El panorama universitario en Argentina sigue marcado por la crisis presupuestaria y el deterioro de los salarios docentes. Esto lo manifestó Hernán Cazzaniga, referente de la Unión de Docentes Universitarios de Misiones (UDUM), en declaraciones a PRIMERA EDICIÓN y FM 89.3 Santa María de las Misiones, donde abordó la preocupante situación que atraviesan las universidades públicas del país, y sobre todas las cosas, la situación de los docentes que llevó al paro para el próximo 17 y 18 de marzo.
“Lamentablemente continúa el panorama que tuvimos el año pasado y que se va deteriorando”, expresó Cazzaniga, aludiendo a la falta de un presupuesto nacional actualizado. “Hay una crisis presupuestaria a nivel universitario a partir justamente de la no presentación del presupuesto nacional por parte del Poder Ejecutivo al Congreso, con lo cual no se ha actualizado”, añadió.
Esta situación afecta las partidas de funcionamiento de las instituciones académicas y el financiamiento de actividades de ciencia y tecnología, así como de extensión universitaria. “Venimos en un proceso de desfinanciamiento de las actividades de ciencia y tecnología, de las actividades de extensión universitaria, y esto se agrava”, advirtió.
Respecto a los salarios docentes, Cazzaniga fue enfático en señalar la pérdida del poder adquisitivo: “A lo largo de todo el año pasado hemos visto un desfase entre la inflación real y los incrementos salariales que el Gobierno otorgó de manera unilateral, sin acudir al mecanismo de los acuerdos paritarios, lo que llevó a un desfasaje de aproximadamente un 70%”. Según detalló, esta situación representó “alrededor de un 35% de pérdida del poder adquisitivo de los salarios de todos los docentes universitarios”.
El impacto también se siente en las becas estudiantiles y la infraestructura. “Al mismo tiempo, lo que es la desactualización de las becas estudiantiles y el financiamiento para infraestructura hacen al deterioro de las condiciones laborales y de estudio de los estudiantes”, sostuvo.
Ante este escenario, el frente sindical universitario decidió tomar medidas de fuerza. “Se mantienen mancomunados en esta lucha, han establecido la fecha del 17 y el 18 de marzo como un primer paro de 48 horas que se va a desarrollar en todo el país”. Además, mencionó que “el sábado 8 de marzo, los trabajadores y trabajadoras universitarias participarán de las movilizaciones en todo el país por el Día de la Mujer”.
Sobre los últimos incrementos salariales, Cazzaniga explicó que “durante el mes de enero no hubo aumentos y ahora se reconoce un 1,5% retroactivo y en febrero un 1% más, lo cual está por debajo de la inflación que el Gobierno dice que es la oficial”. En este sentido, cuestionó la metodología de cálculo del INDEC: “La manera en que calcula el INDEC quedó desactualizada. No es que miente o hace mal las tareas, sino que la metodología adoptada quedó vieja y por lo tanto no representa el impacto real de los incrementos, por ejemplo, en servicios”.
En cuanto a la infraestructura universitaria, manifestó: “Al volver a establecer como presupuesto el del año pasado, evidentemente no hay una actualización y, por lo tanto, no incorpora las nuevas necesidades reales que tienen las universidades”. Asimismo, advirtió que “el año pasado se desfinanciaron las universidades; no se invirtió prácticamente ni un peso en actividades de ciencia y tecnología, por lo que las investigaciones no recibieron fondos”.
Consultado sobre la adhesión al paro, Cazzaniga indicó que “será una acción establecida en forma conjunta por todas las federaciones sindicales del país, que han demostrado una fuerte capacidad de convocatoria, sobre todo con las movilizaciones”.
Por último, abordó el tema de las inscripciones en las universidades y el impacto de la crisis económica en la matrícula estudiantil. “Si bien las inscripciones siguen abiertas y hubo un cierto repunte, está por debajo de los niveles históricos, y esto obedece a muchas cuestiones”, afirmó. Destacó que “una de ellas es la crisis económica, que afecta a las familias de los jóvenes que concurren a la universidad”. En particular, se refirió a la situación de los sectores productivos: “Estamos viendo la situación de los yerbateros, pero también la de otros sectores como la madera y el té. Esto hace que disminuya la matrícula en forma absoluta, pero sobre todo la de aquellos jóvenes que residen en localidades de la provincia”.
Finalmente, subrayó que “los costos de alquiler y el sostenimiento de un estudiante universitario se vuelven inalcanzables para muchas familias”, lo que impacta directamente en el acceso a la educación superior.