Las ventas minoristas de las PyMEs experimentaron un incremento del 24% interanual en febrero, aunque registraron una baja del 2,9% en la comparación mensual desestacionalizada. Pese a esta mejora, las cifras aún no logran compensar las caídas de 2024, cuando las ventas retrocedieron un 25,5% en febrero y acumularon un descenso del 27% en el primer bimestre.
El repunte estuvo impulsado por estrategias comerciales como promociones y descuentos, además del aumento en la demanda de rubros como librerías e indumentaria escolar por el inicio del ciclo lectivo. Asimismo, la adaptación a nuevas formas de consumo, como el crecimiento del comercio electrónico y las facilidades de pago, ayudó a sostener las ventas en distintos segmentos.
No obstante, la evolución del poder adquisitivo de los consumidores sigue siendo un factor clave, ya que muchos priorizan gastos esenciales. Además, el comercio informal y la competencia con mercados de países vecinos continúan afectando a los negocios locales.
Análisis sectorial
En febrero, los siete rubros analizados por CAME registraron aumentos interanuales en sus ventas. Perfumería lideró el crecimiento con un alza del 33,1%, seguido por Alimentos y Bebidas (+33%) y Farmacia (+31,9%). No obstante, en la comparación mensual desestacionalizada, todos los sectores mostraron caídas, siendo Calzado y Marroquinería el más afectado (-5,4%), seguido por Ferretería y Materiales de Construcción (-4,3%).
Impacto regional: contrastes en la recuperación
El repunte de ventas no se sintió de la misma manera en todas las provincias. Mientras que en Chaco, Formosa y Río Negro más comercios reportaron mejoras respecto al año pasado, en distritos como La Rioja y Santa Cruz todavía hay una gran cantidad de negocios que indican que su actividad sigue en caída.
A su vez, la competencia con comercios de países vecinos sigue siendo un factor que afecta a los negocios en zonas de frontera. En provincias como Mendoza y Misiones, la diferencia de precios con Chile y Paraguay continúa desviando parte del consumo hacia el exterior, afectando a sectores como indumentaria, calzado y perfumería.
Desafíos y perspectivas
El comercio enfrenta diversos obstáculos, entre ellos la falta de ventas, que afecta al 50,7% de los empresarios PyMEs, y el aumento de los costos operativos. Para enfrentar esta situación, el 37,7% de los comerciantes optó por diversificar su oferta de productos.
Las expectativas para el sector son mixtas: mientras que un 27% de los empresarios considera que su situación mejoró respecto al año pasado, el 56% indica que no ha experimentado grandes cambios. A futuro, el 57% espera una mejora en su actividad económica durante los próximos meses, aunque la cautela predomina y solo un 18% considera que es un buen momento para realizar inversiones.
En este contexto, la principal demanda del sector al Gobierno es la reducción de impuestos, medida que el 71,5% de los encuestados considera prioritaria para impulsar la reactivación del comercio PyME.