Aunque nunca es fácil, hay oportunidades, perspectivas de crecimiento y metas alcanzables en todo emprendimiento. Emprender es más que construir un negocio, es construirte a vos mismo.
Emprender nunca fue fácil, pero puedo decirte que hoy hay herramientas que hace que todo sea más sencillo que antes. Al igual que yo seguramente ves como surgen ideas increíbles todos los días, y cómo, a pesar de las dificultades, muchos logran convertir esas ideas en proyectos reales.
Quiero que te detengas un momento y pienses: ¿qué es lo que te mueve a emprender? Para mí, no es solo alcanzar un destino, sino todo lo que sucede en el camino. Las personas que conocemos, las habilidades que desarrollamos, los riesgos que asumimos y, sobre todo, el crecimiento que experimentamos. Es ahí donde está la esencia de emprender.
Hay una frase que siempre me inspira: “Quien planta árboles sabiendo que nunca se sentará a su sombra comienza a entender el significado de la vida”. Creo que eso describe perfectamente lo que hacemos los emprendedores. Muchas veces, no somos los principales beneficiarios de los frutos que generamos. Lo hacemos por la pasión de construir, de crear algo que trascienda. Porque emprender no es solo para hoy; es para el futuro, para dejar una marca que, quizás, otros disfruten más que nosotros mismos.
Ahora bien, emprender también necesita estructura, y esto es algo que aprendí con el tiempo después de haber leído más de 100 veces lo siguiente…Tener una meta no alcanza. Una meta sin fecha límite es una fantasía. Pero cuando le pones fecha, se transforma en un objetivo. Si a eso le sumas un plan, tenés una intención clara. Y si le agregas acción constante, estás en el camino del éxito. El éxito es una sumatoria de fórmulas. Sin embargo, hay algo más. Cuando esa meta incluye a alguien significativo -tu familia, tus socios, tu equipo o incluso vos mismo-, el esfuerzo toma otra dimensión. Es ahí donde se encuentra lo que yo llamo la plenitud emprendedora: construir algo que no solo te lleva al éxito, sino que le da sentido a cada paso que das.
En nuestro país, las perspectivas son reales, obviamente que hay desafíos, pero también oportunidades increíbles para quienes están dispuestos a intentarlo. Emprender en Argentina no es para los que buscan el camino más fácil; es para los que se atreven, para los que no se rinden y para los que saben que los sueños, cuando se trabajan, pueden convertirse en realidades alcanzables. Y ojo, que nada tiene de malo fracasar más de una vez. El fracaso de hoy puede ser el éxito del mañana. No te quedes con la duda de lo que podrías lograr. Este es el momento. Porque no importa si el destino es exactamente el que imaginaste; lo que de verdad importa es quién te acompaña, cuánto crecés y todo lo que construís en el proceso.
Emprender es eso: caminar con propósito, sembrar con pasión y saber que cada paso, cada caída y cada logro valen la pena si estás construyendo tus sueños.
Karyna González
Fundadora de Spacio Mujer
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