En un intento por atraer aún más audiencia, Gran Hermano 2025 (Telefe) apostó por el regreso de Juliana “Furia” Scaglione, una de las participantes más polémicas de las últimas ediciones. Impulsada por un “Golden Ticket” y el fervor del público, su entrada, envuelta en un aura de revancha, prometía agitar las dinámicas de la casa más vista del país.
Desde el momento en que cruzó el umbral, los concursantes de esta edición la observaron sorprendidos, algunos con cierto nerviosismo, otros frunciendo el ceño, mientras recorrió el lugar: “Esta es mi casa”, exclamó. A su lado, “Cariño”, el reno de telgopor que se había convertido en su fiel compañero durante su primera participación, añadía un toque de nostalgia con su reingreso a la casa.
Sin embargo, la confrontación no se hizo esperar cuando Eugenia Ruiz se plantó frente a Furia, proclamando: “Ahora es mi casa, mami”. El intercambio de palabras escaló rápidamente, convirtiéndose en un símbolo de la tensión que se avecinaba. De ahora en más, se espera un juego importante entre todos los participantes.
El choque entre Scaglione y Ruiz se viralizó en cuestión de minutos, inundando las redes sociales. Los comentarios reflejaban la división de opiniones que siempre ha generado Furia: algunos la acusaban de ser la misma confrontativa de siempre, otros celebraban su regreso como una inyección de energía al programa.
La vuelta de Furia, tras haber sido expulsada en su participación anterior, le ofrece la oportunidad de reescribir su historia y reclamar el trono que siente que le pertenece.
Fuente: Infobae