Productores yerbateros se mantienen este jueves a la vera de las rutas que atraviesan Misiones, en el marco del reclamo por un precio justo para la materia prima.
A la espera de lo que ocurra en la Mesa Yerbatera, convocada ayer por el Gobierno provincial, hoy los yerbateros se mantienen en sus acampes en Comandante Andresito, San Pedro y Oberá.
En San Pedro, un grupo se mantiene al costado de la ruta nacional 14, frente a la Cooperativa Yerbatera de dicha ciudad. Desde temprano y con su maquinaria agrícola y camiones se ubican en el acampe sin cortar el tránsito vehicular en la zona.
Asimismo, en Andresito, la protesta pacífica se realiza en el cruce de la ruta provincial 19 y la ruta nacional 101. Con camiones y tractores, acampan a la vera de las arterias, sin entorpecer el tránsito. Igualmente, personal Policial continúa realizando reducción de velocidad en el lugar.
Por último, sigue el acampe de yerbateros de la zona centro. Acampan en la rotonda Cruce Karaben de la ruta nacional 14, en Oberá, sin interrumpir el paso. El tránsito en la zona es fluido.
Mesa Yerbatera
El ministro del Agro, Facundo López Sartori, por instrucción del gobernador Hugo Passalacqua, convocó ayer a las asociaciones de productores, representantes de cooperativas, secaderos, tareferos y empresarios molineros a conformar una Mesa Yerbatera Permanente (MYP) y discutir la situación del sector, que se encuentra atravesado por un reclamo a raíz de la caída del precio de la materia prima.
Hasta última hora de este miércoles, la mayoría de los actores había confirmado su participación, salvo los representantes de la industria, que se encuentran en el centro de las críticas por aprovechar la desregulación del mercado yerbatero y bajar a la mitad el precio que le pagaban a los productores, situación que generó una fuerte protesta durante febrero y marzo en varios puntos de Misiones.
Si bien, la Mesa Yerbatera Permanente no tendrá el poder que tenía el INYM para establecer un precio y controlar que se cumpla, la intención es acercar a las partes, abrir un escenario de diálogo entre los extremos, productores por un lado e industriales por otro, y buscar alternativas para achicar las diferencias actuales donde unos piden 450 pesos y otros ofrecen 270 pesos.