Con templanza y voz firme, la abuela de las dos hermanitas de 3 y 7 años que habrían sido abusadas sexualmente, maltratadas y abandonadas por su madre, una expenitenciaria, y su pareja, pide celeridad de la Justicia con un mensaje crudo, difícil de escuchar, pero necesario.
La mujer de 63 años, enfermera y técnica en higiene y seguridad laboral, abuela paterna de las menores, habló en exclusiva con PRIMERA EDICIÓN y denunció: “Esto no lo digo yo, lo dijeron los forenses: fueron violadas, no recientemente… Están abusadas, vinieron llenas de piojos, con la cabeza quemada con Raid”.
La denuncia recayó en el Juzgado de Instrucción N°3 a cargo del juez Fernando Verón, quien hasta ayer evaluaba la detención preventiva o no de la madre y su pareja, ambas de 34 años.
La abuela paterna se convirtió es el sostén de las niñas y ayer manifestó públicamente su reclamo de “justicia y nada más que justicia”.
“Ya está todo en la Justicia, no sé qué esperan para detener a estas dos mujeres, tienen la ubicación de dónde viven, las dos todavía están en libertad y los jueces no hacen nada”, expresó la denunciante, enfermera de profesión y en función actual.
“A esas dos nenas les arruinaron la vida. Pueden ir al psicólogo pero tienen arruinada la vida, no te olvidás más. Quiero justicia porque sino este va a ser el segundo caso Lucio”, resaltó, haciendo alusión al caso de Lucio Dupuy, el niño de 5 años abusado, torturado y asesinado por su madre y su pareja en La Pampa, el 21 de noviembre de 2021.
Hoy las menores “están mejor, pero viven con miedo”, dijo su abuela a este Diario. “La más grande volvió a la escuela y la menor comenzó con el período de adaptación en salita de 3 del nivel inicial. Están resguardadas por personal interdisciplinario, pero siguen atemorizadas”.
“Por ejemplo, si estaciona un auto frente a mi casa y salen corriendo. Me dicen ‘abuela escondete porque nos vienen a buscar, viene mi mamá y S., y si nos vamos nos van a matar, porque ahora nos mata’, así se expresan”, alertó.
Condiciones
Sobre las condiciones de vida en la vivienda de las menores junto a su madre, amplió: “Las ponían en una pieza, en un colchón sin sábana, con una botella de agua, sin ventilador con 40 grados de calor”.
Vale agregar que, además de los abusos sexuales, cuyos detalles mayores este Diario se reserva publicar, las hermanas eran constantemente maltratadas, ignoradas y abandonadas.
“A las dos las tenían cómo adentro de un depósito. En una pieza, en un colchón sin sábana, sin luz, con una botella de agua, sin ventilador debían dormir con 40 grados de temperatura”, apuntó la abuela y relató un incidente más : “La mayor me dijo ‘abuela como solamente guiso y cuando no quiero comer, me meten la cuchara en la boca y me pegan’”.
Denuncias por maltrato y abandono y luego por abuso
La mujer detalló que la mayor de las nenas rompió en llanto cuando el 7 de febrero ambas niñas viajaron con ella a Buenos Aires a visitar al padre de 38 años, quien trabaja allá. Tres días antes de volver, la niña de 7 años rompió en crisis de llanto y súplicas ante su abuela para no regresar a la casa de su madre porque ya no querían estar en contacto con la pareja de ella. “Tenía pesadillas y decía ‘dejame, dejame’, no quería que la toquen”, dijo al respecto.
Al retornar a Posadas, se concretó además la primera denuncia en la Justicia de Familia en la que la abuela solicitó una medida de “Protección Integral” para las dos víctimas. En ese marco la jueza Lidia Graciela Mana determinó que las menores sigan resguardadas por su abuela paterna.
La segunda denuncia, por abuso sexual, fue presentada en la Comisaría de la Mujer de Itaembé Miní el 28 de febrero, y se activó el protocolo de salud previsto para las víctimas de este tipo de delitos contra la integridad sexual.