Un joven de 29 años perdió la vida de manera dramática el 14 de marzo de 2015 en Eldorado, luego de ser aplastado por su propio suegro a bordo de un camión. El atacante perseguía a la víctima porque previamente había peleado con su hija en la vía pública.
Todo sucedió alrededor de las 18:00 del día mencionado en la intersección de las calles Yerbal Viejo y Teófilo Solís del barrio Primavera de la Capital del Trabajo, a la altura del Kilómetro 2.
Oscar Bareyro discutía acaloradamente con su expareja, de 22 años y con quien tenía un hijo en común, cuando irrumpió en la escena el padre de la joven y suegro de la víctima. El joven decidió abandonar la escena en dirección a su casa, emplazada a no más de 300 metros de ese lugar.

Sin embargo, a mitad de camino, se cruzó con unos conocidos que estaban en la cancha y se quedó a dialogar con ellos. En ese momento apareció en el horizonte un camión Mercedes Benz 1114 conducido por su exsuegro, quien habría acelerado y lo pasó por arriba. Su hija llegó detrás, al mando de una motocicleta de 110cc.
Bareyro sufrió gravísimas lesiones y quedó gravemente herido en medio de la vía pública. Familiares y vecinos de la zona dieron aviso a las autoridades. El joven fue trasladado de urgencia al hospital Samic, pero cuando llegó ya estaba muerto.
Horas después se supo que la víctima había sido operada meses antes de la rodilla derecha y que por eso apenas podía caminar. Por ese motivo no pudo escapar del camión. El dato indicaría que quizás el autor del hecho aprovechó el poco grado de movilidad que tenía el joven para lograr su cometido.
Juicio y condena
El 8 de agosto de 2017, Sergio De Almeida fue condenado por el Tribunal Penal 1 de Eldorado a 14 años de prisión por “homicidio simple”, a pesar de los intentos de su abogado por demostrar -o al menos sembrar la duda- de que no tuvo intención de matar a Bareyro cuando lo arrolló con su camión.
Según declaró De Almeida durante el juicio, “él quiso acuchillarme, cayó y se golpeó solo“, versión que el Tribunal no creyó después de escuchar las voces de testigos y peritos que la desmentían.
“Mi hermano quiso correr, pero el camión giró la rueda y le pasó por arriba. Lo dejó tirado como a un perro”, lo contradijo la hermana de Bareyro.