La Niña activa en fase de decaimiento rumbo al otoño, ya que existe una alta probabilidad de que transite a condiciones ENSO-neutrales (El Niño-Oscilación del Sur) entre marzo y mayo de 2025.
Si bien aún se mantiene activa, se trata de un episodio débil, de todas formas continuará influyendo en los regímenes de lluvias y temperaturas en Argentina y países limítrofes. El reciente informe de (NOAA) confirma que las temperaturas del océano Pacífico se mantienen con cierto enfriamiento asociado al fenómeno climático.
El informe emitido en los últimos días ha revelado un debilitamiento en el enfriamiento en las capas subsuperficiales del océano Pacífico ecuatorial. Estas temperaturas, levemente inferiores a los promedios históricos, se concentran principalmente en las regiones central y oriental del océano. Este fenómeno, conocido como La Niña, suele tener importantes implicaciones para los patrones climáticos globales, ya que puede desencadenar sequías severas en algunas regiones, con potentes olas de calor y lluvias torrenciales en otras.
Vale destacar que en el año 2022/2023, el fenómeno le costó al país más de US$ 22.000 millones en exportaciones, y un nuevo suceso sería un fuerte impacto en el sector.
A pesar de que en mayo la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) declarara oficialmente el término del evento de El Niño y se anticipara la pronta instauración del fenómeno de La Niña, tal transición no se materializó de inmediato. Los patrones climáticos globales mostraron una notable resistencia a esta evolución esperada, posponiendo el inicio de La Niña durante finales del año 2024.
Esta prolongada fase neutral del Pacífico Ecuatorial central generó incertidumbre en las proyecciones climáticas a nivel mundial y obligó a los científicos a reajustar sus modelos predictivos.
Por el momento se continuará observado patrones climáticos característicos del fenómeno de La Niña en lo que resta del mes de marzo. Estos patrones incluyen vientos alisios (vientos del este) más fuertes de lo normal en la parte baja de la atmósfera sobre el Pacífico central y occidental. En las capas altas de la atmósfera, se detectaron vientos del oeste más intensos sobre el Pacífico central y oriental.
Estos cambios en los vientos provocaron alteraciones en los patrones de lluvia de diciembre 2024 a febrero 2025.
Se observó una disminución de las precipitaciones en algunas regiones de Sudamérica, mientras que en regiones como Indonesia se registraron lluvias más abundantes de lo habitual.
El fenómeno de La Niña está asociado al enfriamiento de las aguas del océano Pacífico central ecuatorial y esto se traduce en contenido bajo de humedad ambiente, lo que influye en el régimen de precipitaciones y de temperaturas en Argentina, por lo que durante febrero, marzo y parte de abril impactaría con episodios de calor mas severos y continuos (olas de calor) y lluvias en algunos casos estarán por debajo de lo normal. En la transición abril-mayo, el fenómeno comenzará a debilitarse, por lo que ya se habla del final de La Niña y lo que le sigue es la neutralidad.