Un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y Climate Central reveló que Argentina experimentó la peor anomalía climática en Sudamérica durante el último trimestre. Este desvío de temperatura alcanzó casi un grado por encima del promedio de los últimos treinta años, lo que es atribuido principalmente al cambio climático.
La anomalía en Argentina fue de 0,9 grados, destacándose significativamente en la región. Venezuela, Paraguay y Ecuador ocuparon el segundo lugar con una anomalía de 0,7 grados, seguidos por Guyana y Bolivia con 0,6 grados. Chile y Colombia también mostraron anomalías, pero menos pronunciadas, con +0,4 y +0,3 grados respectivamente. Brasil no figura entre los diez primeros.
En cuanto a las ciudades, Córdoba lidera el ranking continental con una anomalía de 1,2 grados por encima del promedio histórico. Barquisimeto, Guayaquil, Caracas y Asunción comparten el segundo lugar con una anomalía de 1 grado. Buenos Aires ocupa el décimo puesto con una anomalía de +0,7 grados.
Estas elevadas temperaturas aumentan el riesgo para la salud de las poblaciones afectadas. En Argentina, hubo 40 días con condiciones de calor extremo, de los cuales 14 se atribuyen al cambio climático. Se espera que esta situación mejore durante el otoño.
A nivel global, 2024 fue el año más caluroso registrado, con una temperatura promedio 1,55°C por encima de la media. Esto supera el récord anterior y destaca que todos los diez años más calurosos han ocurrido en los últimos diez años.
En América, se reportaron 100 eventos extremos, incluyendo olas de calor, sequías, inundaciones y ciclones, que causaron 354 muertes y 1,1 millón de heridos. Argentina experimentó olas de calor significativas, mientras que Chile enfrentó incendios forestales y Brasil sufrió inundaciones.
La OMM está trabajando para intensificar los esfuerzos en sistemas de alerta temprana y servicios climáticos. Sin embargo, solo la mitad de los países del mundo cuenta con estos sistemas, lo que debe cambiar para enfrentar los fenómenos climáticos extremos de manera efectiva.
Además, el informe destaca que las concentraciones de gases de efecto invernadero están en sus niveles más altos en los últimos 800 mil años, y el ritmo de calentamiento de los océanos es ahora el doble de rápido que antes de 2005. Esto no solo afecta el clima actual, sino que también tiene implicaciones a largo plazo, como el aumento del nivel del mar y la pérdida de glaciares, que tardarían entre 100 y 1.000 años en revertirse, incluso si se toman medidas inmediatas.
Fuente: Clarín