El Gobierno argentino parece estar cerca de cerrar un nuevo acuerdo con el FMI que pondrá al país como deudor de un tercio del paquete global del organismo crediticio… nada más y nada menos. Mientras se avanza en ese sentido, las dudas que van ensanchándose tienen que ver con las modificaciones que se anuncien en cuanto a la política monetaria cambiaria.
Dicho de otro modo, de qué se van a disfrazar cuando se anuncie la banda en la que oscilaría el tipo de cambio. El mercado casi en su totalidad espera una devaluación y la discusión en ese sentido es la profundidad más que la concreción.
El ministro Luis Caputo afirmó ayer que cuando se levante el cepo “no habrá un salto devaluatorio”, pero señaló que aún no está definido el monto que desembolsará el Fondo.
El funcionario justificó su afirmación argumentando que “pusimos la macro en orden y estamos capitalizando el Banco Central para que cuando liberemos no haya problemas”. Sin embargo, ni la macro está en orden aún, ni el BCRA capitalizado.
De hecho, debe vender más de lo que puede comprar para mantener la brecha cambiaria. Por tanto, es lógico que persistan las dudas de cara al futuro.