Amadeo Raúl Carrizo, uno de los mejores arqueros de la historia del fútbol argentino, falleció a los 93 años en la madrugada del viernes 20 de marzo de 2020, tras soportar una prolongada y dura enfermedad.
Plenamente identificado con River Plate, donde había sido nombrado presidente honorario, Carrizo nació en Rufino (Santa Fe) el 12 de junio de 1926 y fue considerado un innovador por su rol para defender los arcos, lo que lo llevó a la Selección Argentina.
Vale recordar que en conmemoración de su nacimiento, en 2011, el Senado argentino instituyó esa fecha como celebración del “Día del Arquero”, que fue usado históricamente como un eufemismo de algo que jamás iba a ocurrir.
Carrizo comenzó a jugar al fútbol defendiendo el arco del BAP de Rufino, en cancha del club San Martín, la cual hoy ya no existe. Luego de pasar por Junín, debutó en River el 6 de mayo de 1945, disputando más de 500 partidos, para transformarse en uno de los jugadores con mayores presencias en la institución.
Durante 24 años defendió la camiseta del “Millonario”, donde transformó el puesto con un estilo vanguardista para su época, arriesgado por utilizar los pies más de lo “normal”.
Carrizo debutó en Primera en los tiempos de “La Máquina”, y se mantuvo como titular hasta 1969, cuando se despidió de River con nueve títulos en su palmarés (1945, 1947, 1952, 1953, 1955, 1956 y 1957), para cerrar su carrera en Millonarios de Colombia.
Las notables actuaciones de Carrizo en River lo volcaron irremediablemente a la Selección Argentina, aunque no logró trasladar allí sus victorias con la camiseta “millonario”. El histórico 1-6 sufrido ante Checoslovaquia, en el Mundial de Suecia 1958 -uno de los fracasos deportivos más importantes de Argentina-, lo mantuvo sindicado durante mucho tiempo como uno de los máximos responsables de la eliminación en primera rueda.
Pero el arquero pudo tener una pequeña revancha personal en la Copa de las Naciones en el año 1964, en la que el equipo argentino -con una convocatoria improvisada- se consagró campeón con la valla invicta ante rivales de fuste como Portugal, Inglaterra y Brasil, que era el vigente bicampeón del mundo.