“Mamá te tengo que decir algo, no puedo soportarlo, cuando fui a buscar a mi hermana a la despensa lo vi al dueño encima de ella haciéndole cosas feas”. La confesión corresponde a un niño de 12 años que el miércoles por la noche rescató a su hermana de 9 años del almacén a pocos metros de su vivienda en el barrio La Querencia de esta capital.
De los datos que le aportó el niño a su madre de 31 años pudo intervenir la policía pocos minutos después de las 21.30 del miércoles, la víctima del delito contra la integridad sexual pudo ser resguardada para los estudios médicos y los protocolos previstos para estos casos.
Andrea Villán dialogó con PRIMERA EDICIÓN sobre lo sucedido. Aún consternada y con temor por posibles represalias de allegados del presunto autor del abuso, de 70 años y detenido junto a su pareja durante la madrugada de ayer. De todas maneras relató: “Yo no te conté mamá porque pensé que me ibas a pegar. El me hizo todas esas cosas y yo tengo miedo que el te meta presa porque eso me dijo que iba a hacer si te lo decía. Tengo mucho miedo0. Eso me dijo mi hijo cuando lo vi asustado y me pidió hablar”.

Respecto a los momentos previos al abuso, la progenitora puntualizó: “Ella quería comer reviro y fue a buscar harina al almacén, es cerquita. Pasaron diez minutos y no volvía y le pedí al hermano que fuera a ver qué le pasaba. Volvieron los dos callados y cuando me enteré llamé a la policía”.
Para contextualizar la sorpresa y consternación agregó: “Casi todos los chicos del barrio van a comprar a ese lugar (calles Luchessi y Apóstoles). Es un hombre grande el que atiende y a todos les regalaba caramelos, alfajores, distintas golosinas cada vez que iban a comprar algo. Parecía el abuelo de todos, a cada niño que pasaba le llamaba y daba algo, nunca sospechamos nada malo, hasta anoche”.
En cuanto a la menor y su estado posterior, indicó: “Ella está atemorizada ahora, la estamos conteniendo pero se bajonea y llora a cada rato. Le damos cariño e intentamos que se concentre con algunos juegos, haciendo otras cosas que no la pongan mal. Intentamos que no se quede sola, que pinte y dibuje porque le gusta mucho hacer eso”.
Lamentó también: “Ayer (por el miércoles por la tarde) justamente comenzó a practicar fútbol en una escuelita acá cerca, también esta semana comenzó con las clases, ella comenzó el quinto grado en la primaria”.
“Pero toda mi familia tiene miedo, yo tengo ocho hijos, la más grande tiene 15 años y los parientes de este hombre nos patotearon esta mañana acá en la calle. No tenemos ninguna medida de seguridad salvo el patrullero que está desde anoche en la esquina después que detuvieron al hombre y la mujer que vive con él. Los vecinos reaccionaron y le quemaron todas las cosas, muebles y demás, pero no le incendiaron la casa”.
Y se sinceró aún más: “Yo soy el único sostén de mis hijos hoy. Al padre de ellos lo tuve que denunciar por violencia de género y le impusieron una restricción de hogar”.
“Hace varios días habría comenzado con los abusos a mi hija. Ella no me confesó nada por el terror que sentía, lo mismo el hermano. Por suerte se animó y los estudios médicos confirmaron que fue abusada. Aguardamos ahora que nos llamen para que ella pueda declarar (Cámara Gesell), nos van a citar de la Justicia para la semana que viene, nos adelantaron”. Interviene el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor y el fiscal René Germán Casals.
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