De 30 negocios que conformaban la Cooperativa de Almaceneros, en la actualidad quedan doce y en una reciente asamblea de socios, la complicada situación económica dominó la charla: no solo se enteraron del cierre de otros tres históricos comercios en Posadas y Garupá, sino que cada uno contó que también se encuentra al borde del remate.
“En los últimos meses, los almaceneros de barrio venimos enfrentando una crisis tras otra. Hace unos días nos enteramos que al menos tres colegas ya tomaron la decisión de cerrar, porque no dan abasto con los costos. Las tarifas aumentaron más de 100%, lo mismo el alquiler, para quienes lo pagan. La mayoría ya no puede reponer mercadería, pero, si pudieran, las ventas están tan mal que tampoco serviría de mucho. La gente no tiene plata”, fue el contundente resumen que brindó el representante del Centro de Almaceneros de Posadas, Ismael Ortigoza.
“Hablamos de tarifas que se volvieron impagables, de alquileres que nos sobrepasan. Nos bajonea, porque prácticamente trabajamos para mantenimiento del local y de prepo queda algo para mantenemos en el día a día. Nosotros tenemos mercadería porque previmos, pero el que no pudo está cerrando”, manifestó el hombre.
Negocio familiar
Durante su relato, Ortigoza remarcó que el trabajo del almacenero en general se sostiene porque se trata de un negocio que lo atienden los propios integrantes de la familia, por lo tanto no tienen costos laborales significativos, de lo contrario “ya nos hubiéramos fundido entre impuestos y tarifas”, acotó y aseguró: “Estamos esperando que se dé la famosa reactivación de la que habla Milei y que las cosas mejoren para nosotros. Si bien sabíamos que nos íbamos a enfrentar a meses muy difíciles como enero, febrero y marzo, queremos creer que en abril se tienen que tomar medidas económicas para mejorarle la vida a la gente trabajadora, porque no da para más”, aseguró enfático.
Fundamentales
Estos pequeños comercios, como el de Ismael y el de otros colegas siempre fueron fundamentales para la compra diaria de las familias en los barrios; pero ahora, por lo menos en los casos de los más emblemáticos, la mayoría mira el abismo. “Hay semanas que nos pasamos dando vueltas por el local, porque no entra nadie. Las ventas están por el piso”, reiteró.
Este viernes, PRIMERA EDICIÓN publicó un relevamiento de ventas en comercios capitalinos donde la mayoría reportó una caída del 30% en las ventas.
En los barrios, según Ortigoza las cosas se ponen peores: en enero de 2025, los kioscos y almacenes registraron una caída en las ventas del 24% en comparación con el mismo mes pero de 2024.
A su vez, la situación se agravó en febrero, cuando las compras en comercios de barrio registraron su decimoquinto mes consecutivo de caída; marzo no fue muy distinto, por ser un mes que la gente dedica su economía al inicio de clases; ahora hay expectativas por medidas de reactivación para abril.

“El Gobierno nacional tiene que tomar medidas urgentes”
Según un informe de la Federación de Almaceneros, en enero de 2025, los kioscos y autoservicios de barrio registraron una caída en las ventas del 2,4% en comparación con diciembre, y acumularon una caída interanual de más de 28 puntos.
Esta contracción, también la remarcó Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros, para quien, “las cifras reflejan la dificultad que enfrentamos los almaceneros para seguir a flote en un contexto de inflación y reducción del poder adquisitivo de los consumidores”, dijo.
“Este descenso constante evidencia la depresión de uno de los indicadores más duros de la economía y nos plantea un panorama desalentador para los pequeños comerciantes”, dijo Savore a PRIMERA EDICIÓN.
Según quien, además de la caída en las ventas, “las despensas enfrentamos el aumento descomunal de las tarifas de servicios públicos y de los alquileres”, coincidió.
“Hace poco un colega comerciante me contó que su factura de luz pasó de $97.000 mensuales a $238.000, y no estamos ni cerca de lo que son los costos para un almacenero misionero”, comparó.
El hombre se refirió a la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, las cuáles “han llevado a que las compras que realizan nuestros clientes sean más frecuentes (día a día), pero en menores cantidades, afectando nuestra dinámica de ventas. Los clientes ahora optan por adquirir solo lo esencial, eso reduce nuestro volumen de operaciones y, por ende, nuestras ganancias”.
En ese sentido, Savore se refirió a la necesidad de políticas que apoyen a los pequeños comerciantes.
“Es urgente que el Gobierno nacional haga algo y lo tiene que hacer en abril, no dentro de unos meses o peor, dentro de un año. No. Tiene que ser ahora. Debe poner plata en el bolsillo de la gente, en campaña nos decían que emitir era la causa de la inflación: ‘Emitir dinero es empobrecer al ciudadano’, decía el presidente durante su campaña. Pero está emitiendo más que en 2023 durante la gestión de (Sergio) Massa y de (Alberto) Fernández ¿En qué quedamos?”, preguntó categórico.
“Si el presidente no hace algo en abril, esto se va a poner feo, pero no se trata solo de dinero, se tienen que tomar medidas de fondo para evitar la desaparición de nuestros pequeños negocios que, más allá de nuestra función comercial, cumplimos un rol social fundamental en la vida de los barrios que habitamos los argentinos”, señaló contundente.
“Creo que ya tuvimos la paciencia que hay que tener para estos casos, aguantamos de todo estos últimos meses. Lo que yo oigo entre los colegas es que la paciencia nos dura hasta abril. A partir del mes que viene todos tenemos que ver la recuperación de la que se habla, la tenemos que sentir en nuestros bolsillos”, reclamó enfático.