Con el inicio del otoño, las enfermedades respiratorias tienden a intensificarse debido a factores climáticos y al aumento de la exposición a virus.
“El cambio de temperatura hacia temperaturas más frescas conlleva a que los virus respiratorios que están normalmente se acentúen o queden más expuestos en nuestros ambientes”, explicó el doctor Guillermo Rolón, coordinador del programa de Prevención y Promoción de las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB) en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Además, la tendencia a permanecer en espacios cerrados incrementa la propagación de estos agentes.
El especialista destacó que los cambios bruscos de temperatura, característicos de la provincia de Misiones, agravan esta situación. Este fenómeno también potencia la aparición de alergias, que pueden favorecer el desarrollo de infecciones respiratorias.
Nuestro sistema respiratorio
Al respecto, la doctora María Susana Azcona, jefa del Servicio Neumonología del Hospital Escuela de Agudos “Dr. Ramón Madariaga, remarcó que cada día nuestro organismo procesa una enorme cantidad de aire. “En un sujeto normal, entran en el aparato respiratorio aproximadamente 12 mil litros de aire por día, dependiendo del lugar y la profesión, junto con polvo, partículas y gérmenes infectantes”. Por suerte, contamos con un sistema de defensa que filtra estos agentes y evita que nos enfermemos constantemente.
Las vías respiratorias superiores cuentan con un mecanismo llamado sistema mucociliar, que retiene virus y bacterias y los expulsa “mediante el estornudo y la deglución”. Es decir, al estornudar o tragar, el cuerpo elimina los microorganismos atrapados en las vías respiratorias antes de que lleguen a los pulmones.
Además, la parte más profunda del sistema respiratorio también tiene su propia línea de defensa, con “el sistema mucociliar, la tos, la inmunidad humoral con anticuerpos y la inmunidad celular”. Esto significa que el cuerpo no solo bloquea y expulsa microorganismos, sino que también activa respuestas del sistema inmunológico para combatir infecciones.
Importancia de la vacunación
A medida que avanza el otoño, los cambios en la temperatura y la humedad afectan nuestras vías respiratorias. “El aire que ingresa al sistema respiratorio por la nariz es calentado y humedecido, filtrando sustancias dañinas antes de su llegada a los pulmones. Pero si el aire es muy frío y seco, esta función se ve alterada, irritando la vía respiratoria y facilitando la entrada de virus y bacterias”, advirtió Azcona.
Los principales agentes que circulan en esta época incluyen los virus de la gripe (influenza A y B), el virus sincicial respiratorio, el adenovirus y bacterias como el neumococo y la Haemophilus influenzae: “Por eso la vacunación se realiza en marzo, anticipándose a la circulación viral”, enfatizó la especialista.
Asimismo, el Dr. Rolón enfatizó la importancia de identificar los síntomas típicos de las enfermedades respiratorias en esta época. “Hemos aprendido mucho desde la gripe A en 2009 y el COVID-19 en 2020 sobre el cuidado de las manos, la higiene y el manejo de secreciones”, recuerda.
Rolón también recordó que el COVID-19 sigue circulando y que, aunque ha pasado a ser un virus más, sigue representando un riesgo. “Lo seguimos detectando y están disponibles las vacunas para prevenir complicaciones en grupos de riesgo”, concluyó.
Cuidarnos entre todos es fundamental para reducir el impacto de las enfermedades respiratorias. “Si uno está sano, también potencia que el de al lado esté sano”, reflexionó.
Quiénes corren más riesgo y cómo cuidarse
No todas las personas tienen la misma capacidad de defensa frente a los virus y bacterias. “Los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas como asma, EPOC y diabetes tienen alterados sus mecanismos de defensa, por lo que deben extremar los cuidados”, señaló Azcona.
Además, el tabaquismo también juega un rol negativo: “El humo del cigarrillo, tanto para fumadores activos como pasivos, daña la función del sistema mucociliar, favoreciendo la infección”.
Si bien nuestro sistema respiratorio tiene mecanismos naturales de defensa, estos pueden debilitarse con los cambios de estación, la sequedad del aire y algunas enfermedades. Antes de la llegada del frío, es importante reforzar los cuidados, mantener las vacunas al día y adoptar hábitos saludables para reducir el impacto de las infecciones respiratorias. “No podemos evitar completamente la exposición a virus, pero con estos cuidados podemos mitigar sus efectos y proteger nuestra salud”, concluyó la doctora Azcona.
El impacto en la población infantil
El programa de infecciones respiratorias agudas bajas tiene un fuerte enfoque en la edad pediátrica. “En Misiones, venimos desde 2004 con una estadística muy importante de morbimortalidad, es decir, internación y muerte por patología respiratoria en niños”, señaló el doctor Rolón. Sin embargo, gracias al trabajo en conjunto entre el Estado, la comunidad y los medios de comunicación, se logró disminuir significativamente estos índices.
“Hemos reducido la internación y muerte infantil por patología respiratoria, pero en general lo que uno ve es que la patología de alergia sigue presente, influenciada por los cambios climáticos y la aparición de nuevos virus”, agregó.
Alergias y cuadros prolongados
Muchos pacientes experimentan cuadros prolongados de tos y congestión durante el otoño, lo que puede generar confusión sobre si se trata de una gripe persistente o una alergia. “Siempre hablamos de un período agudo con sintomatología nasal, rinitis, picazón y secreción. Hay personas con componente alérgico que deben iniciar su tratamiento antes de la temporada para reducir los síntomas”, explicó Rolón.
El especialista indicó que, en muchos casos, tras una infección viral, persisten síntomas como tos seca y mucosidad por varias semanas. “Es lo que llamamos posviral, puede durar un mes o más”, aclaró. La clave es evitar que en ese período se contraiga otra infección que pueda derivar en neumonía.
El peligro de la automedicación
Uno de los problemas más recurrentes en esta época es la automedicación. “Se inaugura la temporada de la automedicación y el doctor Google a veces puede más que nosotros”, advirtió Rolón. “Hoy en día tenemos al equipo de salud cerca, promotores de salud, CAPS, y sin embargo, muchas personas recurren a la automedicación sin consultar a un profesional”.
El especialista destacó que cada organismo es diferente y que la automedicación puede generar complicaciones graves, sobre todo en pediatría.
“Insistimos mucho en no utilizar infusiones caseras sin conocimiento, ya que pueden ser tóxicas”, afirmó.