Un equipo de investigadores italianos afirmó hace unos días, durante una conferencia de prensa, que se identificó un sistema de agua a modo de pozos verticales debajo de la plataforma donde se asienta la pirámide de Kefrén, a más de 640 metros de profundidad y con caminos subterráneos con canales descendentes similares a tuberías que conducen aún más lejos en dirección al centro de la tierra.
Entre las supuestas estructuras identificadas estarían: pozos verticales de entre 10 o 12 metros de diámetro, escaleras en espiral que envuelven los pozos, posiblemente conectando diferentes niveles y una plataforma de piedra caliza con dos cámaras masivas y canales descendentes que parecen tuberías.
Incluso han apuntado a que habrían descubierto las “legendarias Salas de Amenti”, tal como se describen en los mitos antiguos. Estos salones aparecen en las Tablas Esmeralda, un conjunto de textos antiguos atribuidos a la misteriosa figura de Thot, una deidad egipcia asociada con la sabiduría, la escritura y la magia; y, estos salones de Amenti albergarían los secretos de la existencia, la sabiduría de los antiguos y la clave de la vida eterna.
Sin embargo, este supuesto hallazgo ha generado una gran controversia acerca de lo que realmente se esconde bajo la necrópolis de Giza, ya que se han difundido múltiples vídeos y artículos -sobre todo en redes sociales- tergiversando la esencia principal de la investigación y afirmando que se ha descubierto una “ciudad subterránea” bajo las pirámides que fueron construidas entre el 2.550 y el 2.490 antes de Cristo, aproximadamente.
Los egiptólogos han salido rápidamente al paso de esta información en la que se habla sobre el hallazgo de una megaestructura o incluso ciudad bajo las pirámides egipcias considerando esta afirmación científicamente infundada.
Incluso el exministro de Antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, lo ha calificado de “completamente erróneo”.
“Los rumores que circulan sobre las pirámides egipcias, de que hay columnas bajo la pirámide del rey Kefrén, son completamente infundados. No hay evidencia científica que respalde esta afirmación, y actualmente no hay misiones trabajando en la pirámide”, escribió el propio Zahi Hawass en su perfil de Facebook. “Estos rumores fueron difundidos por especialistas que no saben nada sobre la antigua civilización egipcia y la historia de las pirámides”.
Lo cierto es que el estudio liderado por los investigadores italianos Corrado Malanga, de la Universidad de Pisa y Filippo Biondi y Armando Mei, de la Universidad de Strathclyde en Escocia, y que está basado en hallazgos gracias a imágenes satelitales y de radar avanzadas con una tecnología desarrollada por estos científicos, aún no ha sido analizado por pares, por lo que está pendiente de revisión.
Cabe señalar que Marlanga, líder del equipo, es conocido por ser un famoso ufólogo (estudia los supuestos avistamientos ovni) y ha publicado varios libros al respecto.
Lo que sí tiene más peso, según los expertos, es la existencia de pequeñas estructuras como pozos o cámaras que sí podrían existir bajo las pirámides, posiblemente anteriores a su construcción, ya que incluso culturas antiguas como los mayas también construyeron pirámides sobre cuevas o cavidades con significados ceremoniales. Pero la idea de una “ciudad subterránea” es una “gran exageración”.
Fuente: National Geographic