Argentina tiene un ingreso promedio en dólares muy inferior al de sus vecinos, según un informe del periodista especializado en economía Damián Di Pace publicado en el portal iProfesional.
En él se contempla cómo el ingreso promedio en la Argentina es de 414.785 pesos, que al tipo de cambio informal, equivale a 341,39 dólares, muy lejos de los US$511 de Brasil y más todavía de los US$679,73 de Uruguay y los US$821,58 de Chile.
Esta diferencia refleja las particularidades económicas de cada país, incluyendo sus niveles de inflación, productividad, estructura del mercado laboral y estabilidad monetaria.
Pero más allá del promedio nacional, existen también marcadas diferencias en los ingresos dentro del propio país. La siguiente visualización muestra cómo varía el ingreso per cápita familiar por provincia en dólares, reflejando las disparidades económicas entre distintas regiones de Argentina.
Mientras que en CABA el ingreso per cápita familiar es de US$646, en las provincias ubicadas al Nordeste del país, como Formosa y Chaco, es de apenas US$179 y US$182 respectivamente. De hecho, el distrito del NEA con mejores números es Misiones, con 264,01 dólares mensuales por familia.
Esto, a su vez, representa alrededor de 8,80 dólares diarios de ingreso familiar.
Como comparación, una familia vive en Formosa con apenas US$5,97 diarios y en Capital Federal, con US$21,55.
“Si analizamos el ingreso promedio de los asalariados en Argentina y comparamos las diferencias entre las provincias, es evidente que las disparidades son marcadas, especialmente al considerar la medición en dólares. La brecha entre los ingresos de aquellos que están en blanco y los que se encuentran en la informalidad es considerable“, analiza Di Pace en su informe.
En Misiones, por ejemplo, la media de ingresos de un asalariado es de 575 dólares, con lo cual esa brecha es del 67,9%.
“Entre provincias, las disparidades son marcadas, especialmente al considerar la medición en dólares. Estas cifras reflejan cómo la variabilidad en los ingresos impacta de manera directa sobre las condiciones de vida de los trabajadores, creando una profunda desigualdad económica”, sentencia el especialista.
Fuente: iProfesional