Cada una de las estaciones tiene su propia energía particular que representa dónde se encuentra la naturaleza en su ciclo recurrente de nacimiento, transformación y muerte. En ese contexto, el tiempo de otoño se relaciona con la abundancia y la prosperidad, ya que es la época de recoger la cosecha y de almacenar el alimento para el invierno. Por lo tanto, es un momento clave para hacer rituales y empezar proyectos que tengan como intención la consecución del equilibrio y de la abundancia en nuestra vida, así como el agradecimiento por éstos.
Y es que etimológicamente la palabra otoño significa “La Plenitud del Año” entendiendo esa plenitud como símbolo de madurez. Representa el período en que los cultivos florecen, permitiéndonos recoger la cosecha.
Las hojas que caen en otoño representan la posibilidad de dar nueva vida invitándonos soltar y trabajar en un nuevo crecimiento espiritual ya que en los meses en que el verano se convierte en otoño, la naturaleza se prepara para los cambios venideros deshaciéndose de lo que ya no necesita. Nos llama a soltar objetos, relaciones y sentimientos sin ningún arrepentimiento, para dar cabida a nuevas emociones en nuestra vida.
El otoño es la temporada que prepara a la naturaleza para el proceso de poda que finalmente dará como resultado la siembra de semillas. Es un buen momento para hacer un inventario de lo que ya no necesitas, de soltar lo que ya no deseas en tu vida. El otoño te invita a dejar ir y a prepararnos interiormente para el invierno. Así como los animales preparan sus casas y alimentos, nosotros debemos prepararnos para la nueva estación fría que se acerca cada vez más, eliminando equipaje innecesario para partir a la nueva temporada: ¿Qué quieres dejar ir? ¿Qué se ha vuelto demasiado pesado o innecesario en tu vida?
Al igual que la naturaleza, debes limpiar la maleza y deshacerte de las cosas que temes dejar ir. Es hora de abandonar las reglas de la sociedad que buscan convencerte de que no es aceptable decir tu verdad, silenciando esa voz que te convence de permanecer incómodo justo donde estás.
El otoño también es tiempo de agradecer a la tierra las riquezas que nos ofrece. Llevándolo a nuestra vida, el otoño es un tiempo perfecto para agradecer y bendecir todo lo que tenemos, lo que hemos alcanzado con nuestro esfuerzo y que podemos disfrutar cada día, incluyendo las personas que nos rodean y cada detalle que nos permite vivir en armonía.
Escucha el llamado interior al que te invita esta estación y crece en bondad y agradecimiento.
Nos vamos acompañando.💖
Karina Holoveski
Mujer Medicina-Chamana.
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