La propuesta consiste, al igual que el Yellow Dog Project, en colocar una cinta de determinado color a nuestro perro para indicar sus limitaciones a la hora de interactuar con personas o con otros perros en lugares públicos para evitar situaciones desagradables.
Colores que indican el carácter:
• Rojo: es reactivo con otros perros y personas que desconoce, generalmente por falta de socialización o porque ha sido víctima de abusos. No debemos acercarnos a él, especialmente si vamos acompañados de nuestro perro.
• Naranja: es reactivo con otros perros, pero no con personas.
• Verde: es amigable y abierto a las interacciones con personas y con otros animales.
Colores que advierten que no debe ser molestado:
• Amarillo: necesita espacio porque es miedoso o ansioso, o porque está en fase de entrenamiento o dominio de la obediencia. Aunque no es reactivo, no debemos importunarlo.
• Azul: es un perro de servicio o asistencia que está trabajando y no debemos interrumpirle.
Colores que indican problemas de salud:
• Morado: es un perro con algún tipo de alergia alimentaria, por lo que no debemos darle de comer.
• Blanco: es un perro con alguna discapacidad; puede ser ciego o sordo o padecer alguna lesión. No debemos interactuar con él sin pedir permiso y en cualquier caso ha de ser con cuidado, ya que podríamos asustarlo o hacerle daño. Para todos los casos se recomienda usar una bandana o atar la cinta en algún lugar visible como la correa o el anclaje del arnés.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551