Este 30 de marzo, Eric Clapton cumple 80 años. Nacido ese día de 1945 en Ripley (Reino Unido), no es simplemente un virtuoso: es un músico que supo traducir emociones en notas. Cada solo suyo tiene historia, dolor, amor, pérdida.
Desde los años ’60 viene marcando la historia del rock y el blues. Pasó por The Yardbirds, fue parte esencial de Cream, y con Derek and the Dominos creó una de las baladas más desgarradoras de todos los tiempos: “Layla”.
¿El motivo? Su amor imposible por Pattie Boyd, esposa de su mejor amigo, George Harrison.
El triángulo amoroso más célebre del rock terminó con Pattie dejando a George… por Clapton, quien luego le dedicaría “Wonderful Tonight”, una muestra de ternura sin vueltas.
A eso se le suma su carrera solista, con temas como “Tears in Heaven”, dedicada a su hijo fallecido trágicamente, y su regreso a la escena musical gracias al celebre “MTV Unplugged” de 1992.
Porque Clapton también representa una parte de la historia más oscura del rock: el abismo de las adicciones, la lucha por salir, y la reconstrucción personal a través de la música.
Hoy, a los 80, sigue tocando -pasó por la Argentina en septiembre pasado- sin necesidad de efectos, sin alardes: una guitarra, un amplificador, y todo el peso de su historia.
Porque si hay algo que Clapton nunca perdió, es esa forma única de hacer que cada nota tenga algo para decir. De ahí su apodo de “Slowhand” (“mano lenta”).
Fuente: Estación K2