Cuando se estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1945, 750 millones de personas -casi una tercera parte de la población del mundo- vivían en territorios no autónomos, dependientes de potencias coloniales.
En la actualidad son menos de dos millones los que viven en esos territorios. Muchos menos, pero demasiados para estar ya bien entrados en el siglo XXI.
En el Capítulo XI (Artículos 73 y 74) de la Carta de las Naciones Unidas se establecieron los principios que siguen guiando los esfuerzos de descolonización, incluido el respeto por la igualdad de derechos y la libre determinación de todos los pueblos. Poco se ha avanzado en ello en las últimas dos décadas y media.
En la Declaración sobre la descolonización aprobada en 1960 (Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales) se afirma que “todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación y se proclama la necesidad de poner fin rápida e incondicionalmente al colonialismo”.

La Carta de las Naciones Unidas obliga a los Estados administradores a reconocer que los intereses de los territorios dependientes están por encima de todo, a promover el progreso social, económico, político y educativo en los territorios, a prestarles asistencia en la creación de formas apropiadas de gobierno propio y a tomar en cuenta las aspiraciones políticas y las etapas de desarrollo y adelanto de cada territorio.
Los Estados administradores también están obligados con arreglo a la Carta a presentar información a las Naciones Unidas en relación con las condiciones existentes en los territorios. Las Naciones Unidas, a su vez, se supone que supervisan el progreso alcanzado en los territorios en el logro de la libre determinación.
Sin embargo, en la actualidad quedan 17 territorios no autónomos, 10 de los cuales son colonias británicas:
- Islas Malvinas (reclamadas por Argentina)
- Gibraltar (reclamado por España)
- Islas Bermudas
- Islas Caimán
- Islas Turcas y Caicos
- Montserrat
- Islas Vírgenes Británicas
- Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña
- Anguila
- Islas Pitcairn (único territorio británico en el Pacífico)
Otros tres están bajo administración de Estados Unidos:
- Samoa Americana (sus habitantes no son ciudadanos estadounidenses, sino “nacionales”)
- Islas Vírgenes Estadounidenses
- Guam
El resto son:
- Polinesia Francesa (colonia francesa que incluye Tahití, con reclamos independentistas activos)
- Nueva Caledonia (realizó un referéndum de independencia en 2021, pero ganó la permanencia con Francia)
- Tokelau (archipiélago bajo administración de Nueva Zelanda que rechazó la independencia en dos referendos en 2006 y 2007)
- Sahara Occidental (considerado la última colonia en África, en disputa entre Marruecos y el Frente Polisario, reconocido por la ONU como “territorio pendiente de descolonización”)

Pero además, hay territorios que, aunque no están en la lista de la ONU, funcionan como colonias de facto, ya que no tienen plena soberanía o independencia. Estos territorios tienen cierta autonomía, pero siguen bajo el control de una potencia extranjera.
El caso más conocido es el de Puerto Rico (Estado Libre Asociado, pero sin representación en el Congreso de EEUU), pero bajo ese mismo país también se puede sumar las Islas Marianas del Norte.
En el caso de Francia, aún “domina” la Guayana Francesa en América del Sur y las islas en el océano Índico: Mayotte y Reunión. Además, Curazao, Aruba, Sint Maarten, Bonaire, Saba y San Eustaquio pertenecen a los Países Bajos, con autonomía parcial. Mientras que la Isla de Navidad y Cocos (Keeling) está bajo control australiano sin estatus de estado o territorio autónomo.
Otro grupo de territorios se consideran “en disputa” u “ocupados”. Estos lugares tienen gobiernos autónomos o reclaman soberanía, pero están bajo el control de otra nación. Es el caso ya mencionado del Sahara Occidental con Marruecos, pero también los de China con Hong Kong, Macao (regiones administrativas especiales, con autonomía parcial) y Taiwán (no es reconocido por la ONU como país independiente debido a la presión china).
Otros puntos de permanente conflicto son Gaza y Cisjordania (oficialmente territorios palestinos, pero con ocupación militar parcial por Israel), Crimea (anexada por Rusia en 2014, aunque sigue siendo reconocida internacionalmente como parte de Ucrania), Abjasia y Osetia del Sur (separadas de Georgia con apoyo de Rusia, pero no ampliamente reconocidas).
Entonces, si sumamos territorios dependientes, disputados y ocupados, hay más de 30 territorios en el mundo que aún funcionan como colonias modernas. Esto significa que muchas potencias siguen controlando tierras lejos de sus fronteras sin concederles plena soberanía.
Hay por último algunos territorios que no están bajo disputa, pero funcionan como “colonias” debido a su falta de independencia real:
- Islas Chagos / Diego García: base militar de EEUU y Reino Unido, reclamadas por Mauricio.
- Ceuta y Melilla: no son consideradas colonias por la ONU, ya que no aparecen en la lista de territorios no autónomos, pero Marruecos las considera colonias. Sucede que para España son ciudades autónomas, con un estatus especial pero parte integral del país, no un territorio separado.