La investigación por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI) contra un comerciante de Puerto Rico, avanzó desde febrero del año pasado y en las últimas semanas arrojó más material probatorio pero ya por un segundo caso de “abuso sexual”. Se detectó que otra sobrina fue víctima de este sospechoso.
La actualización de la causa indicó que hace algunos días, el Fiscal de Instrucción, Héctor Simon, rechazó el pedido de la defensa para que le fuera dictada prisión domiciliaria al acusado de 36 años. La definición de ese pedido quedó a consideración del juez de instrucción de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez.
La novedad fue que la policía logró identificar a una menor que en los comienzos de la pesquisa aparecía en una foto que el imputado había subido a una red social. En este punto no había nada ilícito, pero sucedió que en los equipos informáticos que fueron secuestrados, los investigadores de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC), detectaron a esa misma niña junto al imputado pero como víctima de una situación sexual.

No se sabía quien era esa niña, hasta que develaron que estaba dentro del mismo círculo familiar. Tal como lo adelantó este Diario, se realizó una pericia de Cámara Gesell y la menor actualmente de once años, relató que había sido abusada por su tío. Él comenzó con los abusos desde que ella tenía cinco años.
Este hombre era conocido en la localidad por trabajar para un local de comidas, además de tener conocimientos de informática. Los allanamientos se realizaron en su domicilio, en el de sus padres y en el local donde hacía reparaciones de equipos.
Cronológicamente comenzó a figurar en un expediente judicial cuando en diciembre de 2023, una vecina de Puerto Rico notó que este sospechoso le enviaba mensajes subidos de tono a su hija menor de edad. La Justicia inició la investigación por el delito de “grooming”, es decir acosar a un menor de edad con fines sexuales a través de medios informáticos-digitales.
Hasta ese momento se encontraba en libertad, pero a mediados de febrero de 2024, desde Estados Unidos, el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC, según sus siglas en inglés), informó acerca de actividad sospechosa en una dirección de IP (informática) en un domicilio de Puerto Rico, Misiones, desde donde se compartiría imagenes de abuso sexual infantil.
Sobrevino el allanamiento y la detención de este sospechoso. El caso trascendió y en ese marco se presentó a la Justicia una joven a denunciar que había sido víctima de abuso sexual con acceso carnal de parte de su tío, cuando ella era menor.
Con esta pericia psicológica a la menor identificada recientemente, la cual fue realizada en los últimos días, este hombre sumaría una segunda causa por abuso sexual, además por “grooming” y otra por “tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil”.