Los vecinos de uno de los barrios más tradicionales de la capital provincial, Palomar, hicieron visible la problemática que se suscitó hace ya un tiempo con un terreno baldío ubicado en esa zona, que se encuentra muy descuidado y se convirtió en un “depósito de residuos” con todo el peligro que ello representa en materia de salubridad e inseguridad.
El terreno en cuestión está ubicado sobre la calle Barrufaldi, entre Líbano y España, al lado de un edificio. Al transitar por el lugar, en sentido hacia la avenida Uruguay, a simple vista, a mitad de cuadra y sobre la mano derecha, se observa un terreno abandonado. “Lo que pareciera fue el muro del frente de una vivienda que ya no existe, porque los árboles y yuyos no dejan ver casi nada, está muy deteriorado”.
“Esto viene desde hace ya un buen tiempo, el terreno está abandonado, muy descuidado y viene generando problemas en el barrio. Ya hicimos los reclamos correspondientes y todo tiene su proceso administrativo, eso lo entendemos perfectamente, pero no podemos seguir esperando porque cada vez es más peligroso e insalubre”, comentó Emilia Álvarez, una de las vecinas en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Señaló que “antes lo mantenían medianamente al lugar pero luego con el tiempo la limpieza fue más esporádica, pasaba mucho tiempo y así se fue deteriorando el lugar. Acá en estas cuadras viven muchas familias y estudiantes, es decir que hay un movimiento constante durante gran parte del día y de la noche también, lo que por un lado es bueno pero por el otro, resulta un peligro que esté abierto ese baldío”.
Olvidado
Otro vecino aportó que “el terreno éste antes estaba cerrado, pero después pareciera que rompieron, robaron o sacaron el portón y ahí se complicó porque empezaron a ingresar personas que viven en situación de calle que incluso se quedaban a dormir allí, bebían y la verdad que hay muchos chicos y mujeres que caminan por estas calles y nos genera miedo, es la verdad y no es por prejuzgar a nadie”.
Relató que “ya se hicieron los pedidos ante los organismos correspondientes y por lo que nos dijeron, tienen que cumplirse los tiempos administrativos, de intimación al propietario, que pareciera que no consiguen contactarlo. Pero el tiempo pasa, cada vez tiran más basura o traen las bolsas de basura de los contenedores, las revisan allí en el terreno y las dejan así, todas desparramadas. Tanto luchamos y contribuimos en evitar que se acumule agua para evitar el dengue pero allí debe haber tachos que pueden ser criaderos para el mosquito”.
Insistió en que “deberían ingresar cortar, desmalezar, sacar todos los cacharros y cobrarle al dueño, si no se hace cargo, multarle, porque estamos poniendo en riesgo a muchos vecinos este terreno con las condiciones en que se encuentra”.