El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar una suba del 10% en los aranceles para productores argentinos encendió las alarmas entre los productores de té de Misiones, el principal estado exportador del país.
La medida amenaza con golpear de lleno a un sector que ya arrastra una fuerte crisis por el retraso cambiario, el encarecimiento de los costos internos producto de las políticas de ajuste del Gobierno nacional y la pérdida de clientes estratégicos en el mercado estadounidense.
“Estamos con una tormenta perfecta en el sector”, definió Jonathan Klimiuk, productor y exportador misionero.
Estados Unidos es el principal socio comercial extranjero de Misiones. De los cuatro principales complejos exportadores de la tierra colorada, solo el tabaco no tiene ventas al país norteamericano.
En el caso de la yerba, EEUU representa hoy un mercado menor, pero en franco crecimiento, especialmente a través formatos como el de las bebidas energéticas.
“No creo que la suba de aranceles cambie la situación porque la yerba mate no es algo caro y tampoco se puede sustituir en EEUU, por lo cual no creo que tenga impacto ese 10% (que por otra parte, lo debe pagar el importador)”, consideró Raúl Karaben, titular de la cooperativa Piporé.
Pasando a la forestoindustria, EEUU tiene un peso importante para los exportadores madereros, quienes aún se encuentran expectantes de cómo puede impactar el arancelamiento.
En una entrevista con Radio República, Enrique Juan Bongers, presidente de AMAYADP, explicó que la exportación de madera desde Misiones hacia EEUU no tenía aranceles, por lo que el impuesto de Trump podría afectar la competitividad del sector. No obstante, aclaró que si la demanda de madera en EEUU se mantiene alta, los compradores podrían absorber el costo adicional. Y dejó abierta una puerta a que la medida termine favoreciendo a la Argentina si el tributo a países competidores -como Brasil- es mayor que el 10%.
Volviendo al té, esta economía tiene una situación particular y es que el 90% de lo que se produce se exporta y, de ese total, el 70% se va a EEUU.
“Ya venimos con un cliente grande de Estados Unidos que no compró este año, va a consumir su stock. La causa principal es el alto costo de producción en dólares. Ahora se suma este porcentaje que pone Donald Trump para la importación, y va a ser bastante complejo para lo que es la zafra que viene”.
Los tealeros dan por hecho que la nueva política arancelaria impulsada por Trump impactará directamente en la sustentabilidad de esa matriz comercial.
Klimiuk explicó que, pese a que en el primer trimestre del año las exportaciones se mantuvieron estables, “a fines de este año va a haber una caída importante”.
Según el empresario, los problemas comenzaron mucho antes del anuncio estadounidense.
“El dólar está muy retrasado. El costo en dólares se nos fue encima. El año pasado terminamos la cosecha antes de lo normal, y este año paramos ya un mes antes. Así como nosotros, hay varias empresas en el sector tealero que están parando. Eso trae mucha preocupación: teales abandonados, productores que no pudieron cosechar, personal despedido antes de tiempo”.
Klimiuk explicó que la Provincia intentó contener la crisis con una tarifa energética diferencial para la zafra, que permitió alcanzar en algunos casos los 80 pesos por brote. Sin embargo, no fue suficiente.
“El problema es que estamos paralizando las fábricas. Hay teales que ni arrancaron este año porque los productores no tuvieron a dónde entregar. Y va a ser peor para la zafra que viene”, advirtió
Frente a este panorama, las principales firmas del rubro intentan reconvertirse.
“Salimos a buscar nuevos mercados. Viajamos a Arabia Saudita, a Egipto y a Dubái, un centro de envasado grande, buscando alternativas para el té argentino”, detalló.
Desde el Gobierno nacional, en tanto, no hubo señales de apoyo. “No hubo ningún beneficio en la parte impositiva. Los impuestos siguen siendo los mismos, tenemos inflación en dólares y las tasas de interés subieron otra vez en abril. Es muy complejo producir en Argentina hoy en día con la política nacional que implementaron”, sostuvo el empresario.
Los gobiernos nacionales pasan, los problemas persisten
Independientemente de la suba arancelaria de EEUU, los exportadores de Misiones, al igual que los de todo el país, vienen acusando la pérdida de competitividad en el mercado extranjero a raíz de las políticas del Gobierno nacional que, en algunos casos, no distan mucho de sus antecesores.
El atraso cambiario es un tema recurrente en Argentina. Especialmente en años electorales, los mandatarios apuestan a mantener el dólar planchado sin cambios hasta los comicios, para evitar corridas o escaladas inflacionarias. Para ello utilizan todos los recursos a su disposición, como el cepo y la intervención en el mercado de cambios.
La gestión libertaria también hizo uso de la misma herramienta, especialmente porque “el fin de la inflación” es el principal logro económico que tiene Milei para competir en las elecciones. Para los exportadores la situación es compleja porque, a la par del tipo de cambio atrasado, el país se volvió más caro en dólares, producto de las medidas del Poder Ejecutivo. Los tarifazos a la par de la recesión económica y caída del consumo, elevaron los costos internos reduciendo los márgenes del sector productivo. “Es imposible exportar” resumió Carlos Berninger, empresario maderero.