
La nueva generación de la brigada K9 del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Oberá la integran Loki, Casiopea y Maya, quienes cumplen con el riguroso entrenamiento especializado para la búsqueda de personas.
Desde su oficialización en 2018, cuando se conformaron los binomios, la brigada de canes adiestrados del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Oberá trabaja firmemente para fortalecer su capacidad operativa, la cual ya ha demostrado gran efectividad, desde el entrenamiento de Sasha, la primera K9 quien estuvo en varias búsquedas positivas.
Actualmente Sasha ya está jubilada, lo mismo que Xica, la perra de la siguiente generación.
“Ahora Loki, Casiopea y Maya están siendo preparados para tareas de rastreo en diversos entornos, desde zonas urbanas hasta monte tupido”, contó a este Diario el oficial inspector, Alejandro Figueredo, operador cinotécnico de la Brigada K9.
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Los entrenamientos incluyen ejercicios de búsqueda, obediencia y simulaciones de situaciones reales, como el rescate en escombros o áreas colapsadas, según describió el oficial inspector, quien se especializó en “Perros de Seguridad” en la Universidad Católica de Salta y además participa regularmente en capacitaciones nacionales e internacionales.
PRIMERA EDICIÓN estuvo y recorrió junto a Figueredo uno de los espacios clave para estas prácticas: el Parque de Entrenamiento Canino, ubicado en cercanías del cuartel de Bomberos Voluntarios de Oberá, predio que se espera muy pronto sea cedido por la Provincia al prestigioso cuerpo. Ya ingresó un proyecto de ley para la donación y se espera que tome estado parlamentario, para su posterior tratamiento a partir del inicio de las sesiones ordinarias de la Cámara de Diputados a partir de mayo.

Los orígenes
Tal como lo relató Figueredo, la brigada fue creada oficialmente en 2018, pero su origen se remonta a 2011, durante la búsqueda de dos niñas desaparecidas en Acaraguá.
“Fuimos partícipes de la búsqueda de Acaraguá pero sin perros. Está búsqueda nos motivó a informarnos y comenzar a trabajar con perros. Esa búsqueda de las niñas fue positiva porque se encontraron a las nenas salvaguardadas en una zona rural, en casa de unos abuelos. Está búsqueda marcó la necesidad de contar con canes rastreadores”, rememoró Figueredo. Ya conformados, en 2019, gracias a la intervención de Sasha se pudo hallar un abuelo perdido en Alberdi y desde entonces, los binomios participaron en múltiples operativos, incluyendo uno reciente en Aristóbulo del Valle, donde lamentablemente hallaron a la víctima sin vida.
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A su vez, Maya, integrante de la nueva generación fue enviada con su binomio, Alejandro Figueredo, para participar como primer grupo de rescate en la búsqueda del niño correntino, Loan Peña, caso que sigue conmoviendo al país.
“En esa oportunidad fuimos convocados por el Ministerio de Seguridad de la Nación y formamos parte del primer equipo cinotécnico en llegar y prestar colaboración. Fue 24 horas después de la desaparición del niño; trabajamos en la zona del naranjal donde se perdió Loan. En forma de abanico rastreamos un radio de 11 kilómetros”, dijo. Actualmente, los entrenamientos se desarrollan tanto en espacios preparados como en escenarios naturales donde se simulan condiciones reales de búsqueda para estar listos cuando los vuelvan a necesitar.