La reina de Bahiana, la comparsa de Concepción de la Sierra, Marcia “Mimi” Ortiz generó una desagradable controversia este fin de semana en las redes sociales. La también influencer y enfermera exhibió en su cuenta Instagram (con más de 13 mil seguidores) a un pequeño mono capuchino como mascota.
En su perfil público se puede observar cómo le da leche en mamadera y lo tiene en pañales, llamándolo “Maxi”. Las sucesivas publicaciones provocaron controversia y un centro de rescate de animales silvestres y hasta el Ministerio de Ecología, salieron a pedir explicaciones. La respuesta de la mujer: insultos y burlas hacia el pedido de los especialistas.
La viralización de este material audiovisual y fotográfico promueve el mascotismo de animales silvestres, muchos en peligro de extinción y los cuáles además están protegidos por la Ley provincial XVI-11 (antes Decreto Ley 1279/80) de Conservación de la Fauna Silvestre.
Por eso, desde el Centro de Rescate de Fauna Silvestre Ohana, ubicada en Salto Encantado, se le hizo saber a la mujer que le está causando un grave daño al animal, que no colabora en nada ese tipo de publicaciones , y que de esa manera y, con su llegada en Instagram, solo promueve el mascotismo de animales silvestres. En este caso, un pequeño mono capuchino, despojado de su familia.
Pese a la explicación, por el daño al animal y el perjuicio que le provoca, la influencer fue totalmente indiferente y a la vez despectiva, como burlona, al responder al pedido de Ohana de la siguiente manera: “Ni idea de dónde salió el mono, NI ME IMPORTA”.
También, el subsecretario de Ecología, Facundo Ringa, se comunicó mediante la plataforma virtual con la influencer solicitando que elimine esa publicación; al tiempo que solicitó contactarse con ella para retirar el mono y llevarlo a un refugio. Pero hasta ahora hubo “oídos sordos” a los pedidos; ya que aún este domingo la publicación de la influencer seguía visible en su Instagram con medio millar de visualizaciones y varios comentarios.
Según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, el monito no sería de su propiedad, aunque se la ve llamándolo por el nombre y alimentándolo.
Desde el Centro de Rescate Ohana, comunicaron que el caso ya fue remitido a la Dirección de Defensa del Medio Ambiente de la Policía de Misiones, “para investigar la ubicación del animal y tomar las medidas necesarias”.
En ese marco, también “los abogados del área legal de la Fundación evalúan iniciar acciones legales por las calumnias e injurias efectuadas en redes, no solo a la institución sino también a funcionarios públicos comprometidos con sus funciones.
Este lunes, no se descarta que autoridades competentes tomen cartas en el asunto; y así este animal pueda recibir la protección adecuada y cuidado -médico y alimenticio- en el Centro de Rescate de Fauna Silvestre Ohana y luego ser restituido a su hábitat natural.
Una práctica que sigue a pesar de esta prohibida
Los animales silvestres no son mascotas, sin embargo el mascotismo es una práctica muy grave que persiste en la provincia de Misiones.
Es que al extraer estos animales de la naturaleza, una vez acostumbrados al humano, pueden perder la habilidad de sobrevivir por cuenta propia. Además estas acciones atentan contra la biodiversidad de las regiones en las que habitan.
Años atrás, el guardaparque Javier “Colo” Báez manifestó a PRIMERA EDICIÓN que “entre una de las grandes complicaciones que tiene al traer una fauna silvestre está primero la desaparición de un organismo de la cadena trófica”.
“En segundo término podemos hablar dependiendo de qué animal sea también la dispersión de semillas de plantas como también así la dispersión de o la fecundación de algunas flores en plantas nativas. Eso en principio”, advirtió.
Señaló también “las enfermedades de la fauna silvestre que se pueden traer a la fauna doméstica como así también al hombre”.
“Otra es la pérdida escénica que puede tener algún lugar silvestre. Iguazú no sería tan bonito si no se pueden ver tantos monos como coatíes”, apuntó.
Por otro lado, Báez señaló que “estos animales están acostumbrados a otro tipo de vida y no a la doméstica, entonces seguramente al domesticarlos, o al intentar domesticarlos, le estaríamos dando alimentos que no son aptos para ellos”.