BELÉN, Territorios Palestinos y ROMA, Italia (AFP-NA). El papa Benedicto XVI abogó este martes por una “solución política” en Siria, llamó a “los nuevos dirigentes” chinos a respetar las religiones y pidió por los fieles y gobernantes latinoamericanos, durante su tradicional bendición “Urbi et Orbi” de Navidad.“Una vez más hago un llamamiento para que cese el derramamiento de sangre, se faciliten las ayudas a los prófugos y a los desplazados y, a través del diálogo, se alcance una solución política al conflicto”, declaró el Papa desde el balcón de la basílica de San Pedro.“Hay esperanza en el mundo… incluso en los momentos y en las situaciones más difíciles”, dijo y rezó por que la “verdad brote para la población de Siria, profundamente herida y dividida por un conflicto que no respeta ni siquiera a los enfermos y cosecha víctimas inocentes”.En Siria, la minoría cristiana, integrada por 1,8 millones de personas, permaneció, en su mayoría, al margen de la revuelta popular. Sus dirigentes y parte de la comunidad se posicionaron a favor del régimen por miedo a los islamistas.Benedicto XVI hizo un llamamiento a “los nuevos dirigentes” chinos para que valoren “la contribución de las religiones” en todo el país, cuando en los últimos años surgieron tensiones entre China y el Vaticano.“Que el Rey de la Paz (Cristo) dirija su mirada a los nuevos dirigentes de la República Popular China en el alto cometido que les espera. Expreso mis mejores deseos de que en esta misión se valore la contribución de las religiones, respetando a cada una de ellas, de modo que puedan contribuir a la construcción de una sociedad solidaria, para bien de ese noble pueblo y del mundo entero”, afirmó.El papa Benedicto XVI pidió también por los fieles latinoamericanos y por sus gobernantes en su “lucha contra la criminalidad”.“Que el Niño Jesús bendiga a los numerosos fieles que lo celebran en Latinoamérica. Que haga crecer sus virtudes humanas y cristianas, sostenga a cuantos se han visto obligados a emigrar lejos de su familia y de su tierra”, dijo el Santo Padre.El pontífice pidió en particular por los gobernantes. “Que (el Niño Jesús) fortalezca a los gobernantes en su compromiso por el desarrollo y en la lucha contra la criminalidad”.La lucha contra la criminalidad es un importante desafío en varios países latinoamericanos.En México por ejemplo, donde este año hubo cambio de gobierno, más de 60.000 personas murieron en la lucha entre los cárteles de droga y las autoridades, en el marco de una ofensiva militar contra el narcotráfico emprendida hace seis años por el ex presidente Felipe Calderón.El Papa hizo también varios llamamientos a encontrar soluciones para la paz en África, concretamente en Nigeria, Kenia, Malí y República Democrática del Congo.Pidió “la vuelta de la concordia en Nigeria, donde crueles atentados terroristas continúan causando víctimas, particularmente entre los cristianos”, y condenó “los sangrientos atentados que han golpeado la población civil y los lugares de culto” en Kenia.Los cristianos son objeto de numerosas persecuciones en el mundo. Los casos que suscitan una mayor preocupación son el de Egipto, donde los coptos se sienten amenazados por el ascenso islamista, Nigeria, donde la secta Boko Haram siembra el terror en las iglesias, el norte de Malí, ocupado por los islamistas, y Sudán y Pakistán, donde varios casos de blasfemia tuvieron por víctimas a cristianos. También desde India hasta Indonesia, de China a las monarquías del Golfo, en ocasiones, los cristianos son discriminados, amenazados y marginados.Así, este martes, en Indonesia, cerca de Yakarta, más de 200 musulmanes indonesios lanzaron huevos podridos contra cristianos protestantes que querían celebrar una misa de Navidad en un terreno donde desean construir una iglesia.Según el Vaticano, otras graves formas de ataque contra la libertad religiosa se desarrollan en Occidente, donde la “intolerancia” se propaga y donde la religión queda relegada al ámbito privado.El martes, después de la celebración de la misa del Gallo, el Papa habló en Twitter a sus más de dos millones de seguidores de su gusto por los portales de Belén, dando a conocer un interés que le viene de su infancia bávara.En dos tuits, marcados por un tono personal que rompían con los anteriores, centrados en temas espirituales, Benedicto XVI, de 85 años, escribió: “Poner juntos el Nacimiento en mi casa, que tanto nos gustaba. Cada año añadíamos figuras nuevas y usábamos musgo para decorarlo”.A continuación, el Papa, que dijo haber vivido su infancia como una especie de “paraíso”, preguntó a sus seguidores “¿qué tradición familiar navideña de tu niñez recuerdas todavía?”.La llegada de los nazis al poder en Berlín cuando él tenía seis años no cambió mucho la vida cotidiana de los Ratzinger. Su padre, visceralmente antinazi, prefirió mudarse a un pequeño pueblo y los dos hermanos Ratzinger fueron obligados, como los niños de su edad, a ingresar en las Juventudes Hitlerianas. Primera Navidad desde que Palestina fue reconocida como un EstadoEl patriarca latino de Jerusalén, el monseñor Fuad Twal, formuló un llamado a trabajar por la paz y la reconciliación en el Medio Oriente “herido”, y en particular por Siria, durante su homilía de la Navidad en Belén, en Cisjordania.“Desde este lugar santo invito a los políticos y a los hombres de buena voluntad a trabajar de forma resuelta por un proyecto de paz y de reconciliación que abrace a Palestina y a Israel, y al Medio Oriente herido”, dijo Twal, la más elevada autoridad católica romana en la denominada Tierra Santa.En Roma, durante una misa solemne en la basílica de San Pedro, el papa Benedicto XVI hizo un pedido por la paz en Palestina, Siria, Líbano e Irak, expresó su esperanza de que “los cristianos puedan mantener su morada” en esos lugares y que “cristianos y musulmanes construyan juntos sus países”.Además, los palestinos reivindicaron en junio como un éxito “histórico” la inclusión de la Iglesia de la Natividad y la ruta del peregrinaje de Belén en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, a pesar de la oposición de Israel y de Estados Unidos.En noviembre, los palestinos consiguieron una victoria dipl
omática mayor al convertirse en un Estado observador no miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mediante un voto altamente mayoritario en la Asamblea General, un momento que el presidente palestino Mahmud Abbas llamó “un acta de nacimiento”.Como manda la tradición, el arzobispo Twal hizo su entrada solemne en la ciudad cuna del cristianismo el lunes por la tarde, acompañado por tropas palestinas engalanadas con instrumentos heredados del Mandato Británico (1920-1948).A cada año, esta colorida procesión se convierte en una enorme celebración popular palestina en la Plaza del Pesebre, en el corazón de Belén, para las festividades que son la principal atracción turística anual de Cisjordania.El presidente de la Cámara de Comercio local, Samir hazbun, dijo que eran aguardados entre “10.000 y 15.000 turistas extranjeros”, y añadió que la mayoría de los 3.700 cuartos de hotel en la región estaban repletos el lunes, números comparables a los de años anteriores.A la caída de la noche, un enorme árbol ornado con detalles en rojo iluminaba la gran plaza delante de la Basílica de la Natividad, que según los Evangelios marca el lugar del nacimiento de Cristo.A la medianoche, el patriarca presidió la gran misa de navidad en la iglesia católica de Santa Catarina, contigua la Basílica de la Natividad, en presencia del presidente Abbas, el primer ministro palestino Salam Fayad, el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Naser Jawdeh, y diplomáticos europeos.En su homilía, el prelado de origen jordano saludó los “esfuerzos y posiciones valientes” del presidente Abbas y del rey jordano Abdalá II para que Palestina sea reconocido como Estado observador de la ONU. “Este reconocimiento debe ser un paso decisivo hacia la paz y la seguridad de todos. Apenas la justicia y la paz en la Tierra Santa pueden restablecer el equilibrio regional y mundial”, dijo Twal.“Oremos con fervor por nuestros hermanos, en Siria, que mueren sin piedad. Oremos por el pueblo egipcio que lucha por el entendimiento, la libertad y la igualdad. Oremos por la unidad y la reconciliación en el Líbano, en Irak, en Sudán, en los otros países de la región y del resto del mundo. Oremos por la prosperidad y la estabilidad de Jordania”, exhortó.En Siria, la minoría cristiana -que acompaña el despedazamiento del país en una guerra civil que ya lleva más de un año- festejó la Navidad en medio de la angustia y el caos.En una iglesia católica repleta de gente en el centro de Damasco, los cristianos rezaron par que “la paz se instale en el corazón de todos los sirios”.
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