POSADAS. La Multisectorial contra el Boletazo dio ayer un nuevo paso en su lucha contra más subas del boleto urbano y metropolitano (Garupá y Candelaria) en el transporte urbano de pasajeros manejado por el Grupo Z. Entidades sindicales como la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), trabajadores legislativos, docentes y agrupaciones sociales como la Corriente Clasista y Combativa (CCC), además de estudiantes universitarios llegaron hasta la Subsecretaría de Transportes, Puertos y Aeropuertos de la provincia, que dirige Hermes Almirón.Hasta allí, con asamblea y posterior lectura de una nota presentada en las oficinas de Transporte, los integrantes de la Multisectorial lograron entrevistarse con el flamante coordinador de la Unidad de Coordinación y Control de Gestión, Carlos María Losada, ante la ausencia de Almirón.Si bien el funcionario midió sus respuestas, habría admitido algo que se viene insistiendo entre quienes resisten un nuevo boletazo: no hay un sistema oficial, gubernamental de control de pasajeros transportados que brinde la transparencia reclamada desde la sociedad frente a un servicio deficiente y con subsidios millonarios (ver recuadro). Es decir que el Gobierno provincial, al momento de firmar los decretos de suba del boleto urbano, toma como válidas las planillas de declaraciones de las empresas sin el contralor necesario.“Golpe a los más humildes”En la nota en la que se dejó sentada la posición de la Multisectorial, firmada por las entidades que la conforman, con el acompañamiento de docentes jubilados, COBA, el CTD Aníbal Verón, la Cooperativa de Trabajo de Itaembé Mini, los diputados Claudio Wipplinger y Víctor Kreimer (partido Trabajo y Progreso) y la UCR, se manifestó que elevar el boleto “significará un nuevo golpe a los ingresos de las familias más humildes, que seguimos solventando el costo del incremento del mismo, acrecentando la desigualdad ante empresas que reciben subsidios millonarios del Estado y que pretenden seguir acumulando ganancias a costas del pueblo empobrecido, con servicios que muchas veces lo que menos hacen es tener en cuenta la necesidad del usuario”.Similitud Closs-Don CasimiroViviana de Mazzacotte, esposa del líder de la Corriente Clasista y Combativa en Misiones, dijo a PRIMERA EDICIÓN que “tenemos una preocupación por las compañeras que son desocupadas, otros con contratos de tres meses dependiendo del Gobierno. Hoy, un boleto a 2,50 pesos es mucho, demasiado. Ellos nos dicen que no pueden controlar la cantidad de pasajeros porque no hay una tickeadora, no hay comprobante para decir ‘hay tantos pasajeros por día’. Pero veo los colectivos llenos, con la gente colgando, y resulta que los empresarios nos dicen que no les alcanza y que están con pérdidas. Por eso les pido a los funcionarios que caminen y vean que no se justifica pedir un aumento cuando la situación es caótica en lo económico y social de la que debiera ocuparse el Gobierno y no del monopolio de Don Casimiro, que ya es Closs y Closs es Casimiro. La realidad nos muestra que es así”.Agregó la dirigente que “el Gobernador no se preocupa por darle trabajo a la gente pero sí subsidios a las empresas de transporte que tienen ganancias y son un servicio público. En hora pico los colectivos te dejan en la parada porque pasan llenos”.“Vivi” Mazzacotte dijo además que “hoy se hace difícil para las madres mandar a sus hijos a la escuela. Viven en situación precaria, hasta pisando una cloaca en sus viviendas, les suben el boleto, todo es un golpe para los que menos tienen. Y enfrente está un Gobierno que debiera representar al pueblo, pero está representando a un monopolio. Closs se preocupa más por lo que le sirve a él y no a los pobres. Como madre le pido una reflexión al Gobernador y al Gobierno en general, para que no permitan que siga subiendo el boleto de colectivos”, finalizó Poca transparenciaFrente a la respuesta del funcionario de Transportes Carlos María Losada, respecto a que el Gobierno no cuenta con un sistema de control que logre determinar la veracidad de las declaraciones juradas del números de pasajeros y kilómetros recorridos por las unidades; otro dato muestra cómo los números se “dibujan”.La Provincia toma parámetros a conveniencia de la Nación para justificar los boletazos. Porque los trabajos de campo, no solo de los diputados de Trabajo y Progreso sino también de otros partidos, coinciden en que la cifra de usuarios es mucho mayor a la declarada por las empresas del Grupo Z.“Lo que se le planteó a Losada es que en el Gobierno están tomando datos nacionales que dan costos de por sí altos. Nos llama la atención que sólo se tomen esos datos de costos y no, por ejemplo, el divisor de pasajeros por kilómetros recorridos (IPK). El IPK urbano en Buenos Aires es de 3,32 y acá resulta que usan apenas 1,9, que está por debajo del de un servicio suburbano de 2,36. Un pasajero del suburbano hace un promedio de cuarenta kilómetros de viaje y da un divisor mucho mayor al que utilizan acá”, reveló el diputado Claudio Wipplinger sobre el accionar poco claro y sin transparencia que maneja la provincia.
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