POSADAS. Sebastián Dávalos cumplió nueve años el 27 de noviembre y lo festejó con su papá Alberto y su hermana Carolina en el Hospital Garrahan. En ese nosocomio está internado desde hace un año y cuatro meses y, hace ya casi cinco meses está conectado a un corazón artificial y a la espera del órgano que se requiere para el trasplante. Sebastián tiene una vida por delante pero todo depende de que llegue un corazón compatible. “Cada minuto, cada hora que pasa pensamos en la llegada del corazoncito para Seba”, describió su papá, Alberto Dávalos, esta espera interminable llena de ansiedad, angustia y esperanza. Ayer, en diálogo telefónico con PRIMERA EDICIÓN, este hombre contó que hasta que la salud de su hijo lo llevó a Buenos Aires “era un conocido vendedor ambulante de Posadas, yo vendía Quini 6 en el centro… seguro que ustedes me vieron alguna vez porque toda mi vida trabajé en la calle”. Ahora son sus dos hijas mayores las que siguen sus pasos como vendedoras ambulantes y, en la actualidad, depende de lo que ellas le manden desde Posadas para subsistir en Buenos Aires junto a su hija menor, Carolina. Alberto es viudo desde hace algunos años y, desde entonces, quedó a cargo de sus cuatro hijos, tres mujeres y Seba, el único varón. Estable, pero crítico“Seba está estable, gracias a Dios. Con esa máquina (un corazón extracorpóreo llamado Berlín, hay cuatro de estos equipos en el Garrahan), está mucho mejor que antes”, contó su papá y añadió que el pequeño “extraña mucho a sus amigos, su casa… a todos en Posadas. Sueña con volver. Pero nosotros estamos muy encima de él, tratamos de mantenerlo animado, contento”. Alberto y su hija están viviendo en un hotel en Constitución, “nos paga el hotel el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Lo que más nos está costando son los gastos para subsistir en Buenos Aires donde estamos mi hija más chica, Carolina, y yo. Ella se queda con Seba durante el día y yo durante la noche. Yo soy vendedor ambulante y, por obvias razones, no puedo trabajar”, detalló. La ansiedad y el cansancio acumulado no le impiden a este hombre expresar su agradecimiento. “Me siento muy agradecido por todo lo que están haciendo por nosotros los posadeños, mis vecinos del barrio “El Tajamar” hacen rifas, colectas y un montón de cosas para mandarnos unos pesos para acá y con eso vamos estirando y subsistiendo”, aseguró Alberto. Cruzada solidaria Pero la familia Dávalos no está sola. Primero fueron sus vecinos del barrio “El Tajamar” de Posadas los que organizaron actividades para juntar fondos. Ahora se sumaron dos trabajadores de radio, Sebastián Britez y Cristian Acuña a la cruzada solidaria que, este domingo 21, se materializará en un Festival Solidario que tendrá lugar en el cuarto tramo de la avenida costanera, en la ex estación de trenes. “El festival comenzará a las 19 y será hasta las 23, aproximadamente. Habrá dos urnas selladas para recibir los donativos de las personas para ayudar a la familia de Sebastián y un escribano para contar el dinero. Nuestra idea es poder llevarles a Buenos Aires personalmente el dinero que logremos recaudar, conocer a Seba y hablar con su papá para ver qué otras cosas necesitan. Sabemos que están pasando muchas necesidades y queremos ayudarlos… ojalá la gente vaya este domingo y colabore”, confió Sebastián Britez. “Su corazón ya casi no funciona”Fue el cardiólogo infantil Lisandro Benmaor, coordinador en Misiones del Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas, quien diagnosticó a Sebastián Dávalos con una miocardiopatía dilatada.“Después del diagnóstico empezamos el tratamiento con medicamentos pero siguió empeorando. En diciembre de 2011 lo derivé al hospital Garrahan donde, ni bien ingresó, lo pusieron en lista de espera para recibir un corazón para trasplantarlo. Su estado de salud actual es estable, está bien, pero eso no quita que es un paciente de altísimo riesgo”, admitió el especialista. Según confió Benmaor a PRIMERA EDICIÓN, “el corazón artificial no lo puede tener mucho tiempo, es una medida temporal. Lo único que puede salvar la vida de este chico es un trasplante de corazón pues el de él funciona poquísimo. Todos tenemos que tomar conciencia de las vidas, como la de este niño, que podemos salvar diciendo sí a la donación de órganos. Ojalá llegue el corazón para Seba”.
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