TEL AVIV, Israel (Agencias y diarios digitales). El Likud, partido de derecha del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, lideró en las elecciones legislativas de ayer en Israel, aunque termina debilitado por los centristas de Yesh Atid.Según la televisión pública, la lista conjunta Likud-Israel Beiteinu, formación ultranacionalista de Avigdor Lieberman, obtiene 31 escaños de los 120 del Parlamento unicameral israelí, 11 menos que en la cámara saliente.Para sorpresa general, Yesh Atid se convierte en el segundo partido de Israel con 18 o 19 diputados, justo delante del Partido Laborista que obtiene 17, según los sondeos.Los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, obtuvieron 12 y 6 escaños, respectivamente. El centrista Hatnuá, de la excanciller Tzipi Livni, consiguió siete bancas al igual que la formación de izquierda Meretz.Según los sondeos los principales partidos árabe-israelíes consiguieron nueve escaños. Cuatro son para Hadash (alianza socialista árabe-judía), tres para Ram Tal (Lista Árabe Unida, nacionalista árabe) y dos para Balad (Asamblea Nacional Democrática).En un mensaje publicado en su página Facebook, Netanyahu agradeció a los israelíes por haberlo reelegido y afirmó que tratará de formar una coalición parlamentaria “lo más amplia posible”.“Está claro que los israelíes quieren que siga siendo el primer ministro y que forme el gobierno más amplio posible”, señaló Netanyahu con respecto al aumento de votos de las formaciones de centro e izquierda que señalan los sondeos.Con todo, los resultados definitivos no se anunciarán hasta a principios de la próxima semana. El presidente Shimon Peres empezará entonces sus consultas para determinar qué partidos tienen más posibilidades de formar una coalición.Alta participaciónCerca de 5,6 millones de israelíes fueron llamados a votar ayer en las elecciones legislativas para elegir un nuevo parlamento en un momento de cierta apatía política y de temor ante las convulsiones que atraviesa la región. Con todo, votó el 66,6% de los electores, frente al 64.7% de 2009.Netanyahu quedará al frente del actual Gobierno dominado por derechistas y religiosos. El llamado bloque de centro izquierda protagonizó una inesperado ascenso y consiguió hacerle sombra al conjunto de partidos de derecha y religiosos.El temor palestinoNetanyahu votó temprano junto a su esposa, Sara, y sus dos hijos en un colegio de Rehavia, un barrio elegante del centro de Jerusalén-Oeste donde está su residencia oficial.Luego visitó el Muro de las Lamentaciones, donde siguiendo la tradición puso entre las piedras un papel con una oración (“Con la ayuda de Dios, por el futuro de Israel”), explicó la prensa local.En la Franja de Gaza, el jefe del gobierno palestino de Hamas, Ismail Haniyeh, denunció la visita del primer ministro al lugar sagrado y pidió una “estrategia unificada”, asegurando que los sondeos prevén “el cambio de un gobierno extremista a otro que todavía lo será más”.FracasoLas elecciones también certificaron la defunción del Partido Kadima, el partido centrista creado a medida de Ariel Sharon en 2005. Según los sondeos a pie de urna, Kadima, ahora liderado por el ex ministro de Defensa Shaul Mofaz, no logró ni un solo escaño, sin superar el umbral del 2% para obtener representación en la Knéset (el parlamento unicameral de Israel). Buena parte de su fuerza fue a parar al nuevo partido de Tzipi Livni, que precisamente abandonó Kadima el año pasado, al perder las primarias, y creó una nueva formación, Hatnuá, que obtuvo entre seis y siete escaños.
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