POSADAS. En el barrio La Flor de Itaembé Miní, los vecinos y frentistas comenzaron a disfrutar nuevamente de su plaza. Ya el martes a la tardecita se fueron dando cita hombres y mujeres con sus silletas en el hermoso parque que habían dejado de “pisar” porque estaba hecho un baldío impenetrable. Un grupo de jóvenes con muchas ganas de trabajar, de salir adelante por sus propios medios, de no caer en la trampa de las drogas y el alcohol, le pidieron ayuda al vecino Orlando Zamudio, quien pensó en coordinar tareas y nuclearlos en una cooperativa. A partir de ahí consiguieron donaciones y pidieron un préstamo al Banco de los Pobres para comprar una máquina cortadora de pasto y tres desmalezadoras para dar inicio a lo que será una excelente alternativa de trabajo digno. Comenzaron dando el ejemplo hace diez días en el que llaman el polideportivo del barrio. Un amplio espacio donde antes los chicos jugaban al básquet, al fútbol; disfrutaban de los juegos infantiles -que ahora están todos rotos-, las familias se sentaban en los bancos y todos vivían felices. Son recuerdos que solamente vuelven a reflotarse desde hace dos días cuando le devolvieron la vida a la hermosa plaza. Ayer, cuando PRIMERA EDICIÓN llegó al lugar, los jóvenes le daban los últimos retoques al predio con una “blanqueada” a los cordones cunetas y juntaban los últimos restos de pastos. Pero antes de pasar la máquina cortadora tuvieron que sacar basura y encontraron -al lado de los bancos que todavía están bien-, tres cuchillos y decenas de piedras porque se juntan borrachos y drogadictos y se preparan con armas para pelear. Algo terrible que ocurrió en el lugar hasta ayer, y con la limpieza general creen que ya no pasará. Sin embargo, no descartan que los operarios de la empresa de energía eléctrica Emsa lleguen hasta La Flor para ir completando los detalles, pues el 80% del alumbrado de la plaza está destruido. Sin contar que esperan más atención por parte de la Municipalidad respecto de los juegos infantiles que después de más de quince años nunca fueron reparados. Que los vea “Franco”Mientras tanto, los protagonistas de esta historia estaban felices, festejando su primer gran logro y descubriendo lo mucho que pueden hacer. Esperan ansiosos una respuesta del intendente Orlando Franco, quien verá su interés por crecer en un ambiente de solidaridad, compromiso, responsabilidad y trabajo. Sería para ellos una gran alegría saber que pueden convertirse en los “desmalezadores” oficiales de Itaembé Miní.
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