POSADAS. Estaba jugado y se lo hizo notar. Sacó el arma y gatilló varias veces, hasta que el proyectil salió disparado. El colectivero se salvó de milagro, pero se llevará a la tumba esa sensación de pánico que vivió ayer a la madrugada, cuando un ladrón armado lo atracó al final del recorrido y a punto estuvo de ponerle precio a su vida.Entre 200 y 300 pesos. Ese fue el botín con el que huyó de la escena el malviviente junto a un cómplice, que siguió un buen tramo del colectivo en una motocicleta en la que luego escaparon. El caso es preocupante por donde se lo mire y llama la atención principalmente por el violento accionar del delincuente.Efectivos de la comisaría seccional Primera y de Investigaciones buscaban hasta anoche al pistolero junto a su cómplice, quienes escaparon por la avenida Urquiza a bordo de la moto y en dirección al oeste de la capital provincial.Un viaje de terrorLas fuentes informaron que todo comenzó alrededor de la 1.10 de ayer en el interno 89 de la línea 21 del transporte urbano de pasajeros metropolitano.La unidad ingresaba al Parque Paraguayo posadeño por Alberdi al mando de un chofer de 33 años, quien en la intersección con Ivanowski detuvo la marcha del rodado para completar la planilla de control interno.Después de un parate de segundos y cuando reiniciaba la marcha, se le acercó el único pasajero que todavía viajaba en el ómnibus y le preguntó dónde terminaba el recorrido. “Voy hasta Urquiza”, le respondió el chofer, sin imaginar con quién realmente estaba hablando.Unas tres cuadras después, ya en la zona del Parque Paraguayo, el chofer iba a descubrir las intenciones de aquel joven, quien imprevistamente se levantó y le dio un fuerte golpe en la espalda con un elemento contundente.“Apagá las luces y doblá acá”, le dijo ahora el pasajero devenido en delincuente, quien lo hizo transitar por Roque González hasta Ivanowski. En ese momento, la peor pesadilla se hizo realidad para el colectivero cuando el ladrón extrajo un arma de fuego y amenazó con quitarle la vida si no le entregaba el dinero de la recaudación.“¿Te pensás que no me animo?”, le dijo entonces el malhechor, quien jugado al todo por el todo, tomó el arma y comenzó a gatillar, hasta que salió un disparo que, afortunadamente, no tocó al chofer y salió despedido por la ventanilla del conductor.Después de esa “muestra”, el ladrón volvió al tono amenazante: “¿Y? ¡Dame la recaudación o te mato!”. Consciente de que su vida estaba en juego, el colectivero le entregó el efectivo de la recaudación, dato que no fue suministrado pero que oscilaría entre los 200 y 300 pesos.Con el botín en las manos, el delincuente le obligó a detener la marcha, se bajó de la unidad y se subió a una motocicleta de 110 cc. roja al mando de otro masculino que, según el chofer, vestía una campera negra y capucha, y que venía siguiendo al colectivo desde hacía varias cuadras.La pareja de malhechores tomó por avenida Roque Pérez y de allí hasta Urquiza. El chofer intentó perseguirlos a bordo del colectivo, pero los perdió de vista rápidamente. Fue ahí que se dirigió hasta la comisaría seccional Primera y radicó la correspondiente denuncia.En ese lugar, efectivos de Criminalística de la Policía de Misiones llevaron adelante las pericias de rigor. Hasta anoche, efectivos de la Primera y de Investigaciones montaban un operativo para dar con los autores del violento y preocupante hecho, que sin dudas pudo haber terminado muchísimo peor.
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