BUENOS AIRES (NA-Medios Digitales). Los habitantes de las islas Malvinas concurrieron a las urnas para expresar su opinión sobre si desean mantenerse, o no, como territorio británico, en la primera jornada del referéndum, que cuenta con el rechazo del Gobierno argentino.Si bien no habrá datos oficiales hasta finalizar la consulta, se estimó que más de la mitad de los ciudadanos habilitados para votar concurrió ayer, en un clima de entusiasmo, en el que pudo verse a isleños enfundados en banderas inglesas y trajes con los colores de la insignia británica.Se descuenta que los habitantes del archipiélago reafirmen su voluntad de seguir perteneciendo a territorio de Reino Unido.Las urnas abrieron a las 10 en los centros de votación distribuidos en las islas, donde unos 1.672 habitantes pudieron elegir por una de las dos opciones: seguir bajo Gobierno británico o respetar los derechos de soberanía de Argentina.Para el Gobierno argentino, la consulta no tiene ninguna validez en el derecho internacional. Además, el referéndum tampoco cuenta con el aval de las Naciones Unidas.El 80% de los 2.563 residentes del archipiélago vive en la capital Puerto Argentino (Stanley, según la denominación británica), pero para que todos voten se habilitaron colegios electorales en pequeños pueblos remotos y urnas móviles.“Nos engañaríamos si pensáramos que Argentina va a cambiar (de posición) de la noche a la mañana, pero esperamos mandar un mensaje fuerte a ellos y a los demás”, dijo a la agencia AFP Jan Cheek, miembro de la Asamblea Legislativa de las Malvinas, que los británicos llaman Falklands.Las autoridades de las islas difundirán hoy los resultados, una vez que finalice la votación.“Justifican la usurpación”El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, aseguró que “el referéndum de Malvinas es una maniobra más del imperio inglés para seguir justificando la usurpación territorial ilegal”.En declaraciones a la prensa, Domínguez subrayó que “el referéndum en las Malvinas carece de valor legal internacional”, ya que “se trata de la opinión de una población trasplantada que habita el territorio de un Estado soberano como es Argentina”.“No tiene ninguna incidencia en la discusión bilateral por la soberanía de las Islas”, enfatizó el legislador.A la vez, resaltó que “la presidenta Cristina Kirchner ha expuesto ante diferentes foros internacionales que la única vía que acepta Argentina para la resolución del conflicto es el diálogo bilateral, y la ONU ha dejado en claro a través de numerosas resoluciones que las partes que deben intervenir son dos, y no tres”.“Por lo tanto, los habitantes de las islas no conforman una voluntad diferente a la de Reino Unido”, agregó Domínguez.“Más ingleses que los ingleses”La cola de diez metros era un espectáculo en Puerto Stanley, la capital de las Malvinas, cuya población de 2.200 vecinos representa más de tres cuartos del total de las islas. Ocuparían todos un pequeño rincón del estadio de River Plate, y el 97% de las demás tribunas quedarían vacías.“Somos más británicos que los británicos,” dijo Barry un jubilado, eufórico después de emitir su voto. “Ahora van a ver los argentinos. Desde que la junta militar nos invadió y nos condenó a una guerra en 1982 no nos caen nada bien”. Barry, cuya abuela fue una de las tres víctimas mortales que sufrieron los civiles malvinenses en esa guerra, lucía un sombrero pintado con los colores rojo, azul y blanco de la bandera británica. No fue el único que parecía estar participando más en una fiesta de disfraces que en un solemne acto electoral. The Guardian: no resuelve nadaEn una columna, Richard Norton-Taylor, periodista de The Guardian, sostiene que el plebiscito “no va a resolver nada” y que “es insignificante”.“Nunca antes en la historia británica hubo un referéndum tan predecible, con un propósito tan provocativo”, dice el artículo.“El referéndum no va a resolver nada. Va a exacerbar discusiones anacrónicas sobre la soberanía”, sostiene el periodista y señala que se trata de “un dispositivo para fortalecer al Gobierno británico” frente a la escalada de reclamos de Argentina para negociar la soberanía de las islas.El autor de la columna menciona que “las resoluciones sobre la disputa planteadas por la ONU, de las cuales ha habido cuarenta, no se refieren a la autodeterminación sino a los “intereses” de los habitantes de las islas”. Además, añade que, según la ONU, “las disputas sobre la soberanía deben ser tratadas mediante negociaciones bilaterales entre Argentina y Gran Bretaña, no con los isleños”.El periodista concluye que “un acuerdo que consagre los derechos -políticos, humanos, sociales, económicos, culturales-, traería beneficios muchos más sanos y prácticos para los isleños”. “El referéndum es conveniente para Argentina”Político, historiador y dirigente de la Unión Cívica Radical, Rodolfo Terragno es un experto en la cuestión Malvinas. Escribió dos libros sobre el tema, “Historia y futuro de las Malvinas” (2006) y “Falkland/Malvinas” (2002), y tiene proyectos de ley presentados en el Congreso.El mismo día en que los isleños van a las urnas para ratificar su condición de británicos, Infobae dialogó con él.*¿Qué legitimidad tiene el referéndum que realizarán los kelpers para decidir si quieren seguir siendo británicos o no?-Yo creo que es muy conveniente para Argentina, y no comprendo cómo esto no se advierte. Argentina siempre dijo que los isleños no podían participar de las negociaciones porque se trata de un diálogo bilateral, en el que hay sólo dos partes: Argentina y Reino Unido. Los isleños son británicos, por lo tanto no son una tercera parte. Y como son británicos y quieren seguir siéndolo, no tienen derecho a la autodeterminación. Creo que es una buena noticia que los isleños digan lo que siempre ha dicho Argentina, pero en vez de utilizarlo se está tratando de atacarlo.*¿Por qué el que quieran seguir siendo británicos los excluye del derecho a la autodeterminación?-Si dijeran que quieren independizarse tanto de Argentina como de Gran Bretaña, entonces sí
; surgiría la idea de pueblo, y los pueblos tienen autodeterminación. Pero ellos mismos están admitiendo que son parte del pueblo británico, que no son uno distinto. Es lo que ha dicho Naciones Unidas.*¿Entonces considera correcta la decisión tomada por el canciller Héctor Timerman de rechazar reunirse con su par británico si también asistían los kelpers?-No es una posición de Timerman, ha sido la posición de todos los cancilleres. Argentina fue siempre coherente en eso. La única falla fue la de Guido Di Tella, que si bien no dijo que fueran una tercera parte, sostenía que había que seducirlos, lo que podía darlo a entender. Él creía que era un conflicto bilateral, pero que a Inglaterra le costaría mucho tomar una decisión en contra de los isleños si ellos tenían una posición favorable hacia Argentina.*Aún admitiendo que no son una tercera parte, no se puede negar que los isleños viven ahí. ¿Qué lugar deberían tener en la consideración del problema?-No es una cuestión nuestra. Son británicos que viven en suelo argentino. Por supuesto que podrían quedarse ahí. Mi propuesta es la solución Hong Kong, donde se reconoció la soberanía china, pero se estableció un plazo bastante largo para la transferencia. En 2007 presenté un proyecto en el Senado para que la ley que dice que los kelpers son británicos se lleve como prueba ante la ONU. Fue aprobado por unanimidad. Por qué no se lo terminó presentando, no lo sé. Ahora habría que llevar el referéndum como otra prueba. La ley y el referéndum nos dan la razón en cuanto a que son británicos. Claro, uno no puede plantear “denme las islas mañana”. Pero una fórmula como la de Hong Kong tiene posibilidades de ir adelante: no amenaza a la generación presente, da una solución de largo plazo y le resuelve un problema a Gran Bretaña.
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