BUENOS AIRES (NA). El Gobierno nacional anunció ayer que fijó el aumento salarial para los choferes de larga distancia en un 23% y dispuso que a partir de ese incremento el gremio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) deberá “dejar sin efecto” el paro nacional que afecta al transporte de larga distancia.Desde la cámara que agrupan el transporte se rechazó el aumento por “inviable” y desde el Gobierno se indicó que podría haber sanciones a empresas, mientras se denuncia un “look out” patronal.En una resolución de cuatro carillas firmada por los secretarios Noemí Rial (Trabajo) y Alejandro Ramos (Transporte), el Gobierno intervino en el tercer día de conflicto, que dejó sin ómnibus de larga distancia a miles de pasajeros.En el primer punto de la resolución, la Nación ratificó la propuesta salarial realizada el pasado 2 de mayo, con un incremento del 18% no remunerativo de enero a marzo -pagadero en dos cuotas-, más el aumento del 23% del sueldo -remunerativo- a partir de abril de 2013 y hasta el 31 de diciembre.Además, el Gobierno instó a la UTA a dejar sin efecto las medidas de fuerza que inició el pasado jueves y notificó a las cámaras empresarias para que restablezca “de inmediato” las instalaciones y los vehículos que presten servicio.Después de conocida la resolución, desde la Cámara Empresariade Larga Distancia (CELADI) se avisó que es “inviable” el aumento decretado. En diálogo con el sitio informatico Infobae, Gustavo Gaona, vocero de la entidad, sostuvo que su sector reconoce el aumento, pero “no puede afrontar los costos”, los cuales estimó “en 70 millones de pesos mensuales”.Por su parte, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, sostuvo que desde su cartera no se van a dejar extorsionar por los subsidios y que si no se levanta al parto va haber sanciones contra las empresas a las que se va a acusar de llevar adelante un “look out patronal”. “No va a haber subsidios para las empresas de larga distancia. Es una política de Gobierno”, ratificó el ministro. Voceros del Celadi, rechazaron la acusación y ratificaron que no pueden “garantizar” el aumento decretado a los trabajadores. Los choferes de larga distancia agrupados en la UTA cumplieron ayer su tercer día de paro en medio de un fuerte malestar de los pasajeros varados en las principales terminales de ómnibus.El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, había advertido en las últimas horas que la medida de fuerza se había “agrandado” y ratificó un reclamo de aumento salarial en torno al 23%.La resolución gubernamental dada a conocer ayer también indicó que los ministros de Trabajo, Carlos Tomada; de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; y de Economía, Hernán Lorenzino, pondrán en marcha mecanismos “de asistencia económica y otras medidas regulatorias” a las empresas en caso de que exista una caída de la demanda en el sector.Además, se determinó que Interior y Transporte y Economía harán una “evaluación general del sector particularizando los distintos corredores, nivel de competencia, estructura sectorial y grupos y empresas en particular”.El objetivo es “generar medidas regulatorias que permitan el ordenamiento sectorial, considerando grado de concentración, competencia sectorial, corredores, servicios, frecuencias, a partir de la demanda actual y su proyección futura”.Ante el paro, la CELADI había advertido el viernes que casi 80 mil pasajeros en más de 2.000 destinos de todo el país permanecían varados.Los empresarios sostuvieron, además, que de continuar la medida de fuerza a lo largo del fin de semana, los afectados podrían ascender a 300 mil e incluso la paralización de servicios perjudicaría el normal desarrollo de las fechas de fútbol.
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