POSADAS. El cielo se puso oscuro y los relámpagos hacían notar su poder mientras la lluvia se precipitaba incesante sobre la capital. Pero el mal tiempo no detuvo a los fieles de María, que bajo paraguas y con fe caminaron hacia el Centro Espiritual de Fátima bajo el lema “Caminando junto a nuestra Madre renovamos el don de la fe”. Además, el papa Francisco consagró su pontificado a la Virgen de Fátima como así también el encuentro mundial de jóvenes que realizará en Ríos de Janeiro, Brasil. A las 6 en punto partió la columna desde la Catedral de Posadas con la imagen de la Virgen a la cabeza y con parlantes que iban acompañando a la columna de unos 400 fieles que este año decidieron mantenerse firmes en su fe y a pesar de la lluvia, en muchos casos con sus hijos en carritos cubiertos con nylon, otros cubiertos de ropa para lluvia y botas de goma, caminaron, oraron y cantaron celebrando a la Virgen que en 1917 hizo sus apariciones en Portugal a tres pastores. “Venimos a pagar una promesa y además a rezar por la familia, por la paz y por trabajo”, fue la frase de la mayoría de los fieles. Emociones a flor a piel, mucha devoción, esperanza y fe. Custodiados por la Policía y agentes de tránsito, la multitud recorrió en casi tres horas el trayecto que separa el centro de la ciudad del Centro Espiritual de Fátima. La llegada se produjo cerca de las 9 y allí, cargada pro los cadetes de la Policía de Misiones hizo su entrada triunfal la Virgen, quien fue recibida en el Centro Espiritual con un cerrado aplauso. Allí esperaban otros tanto fieles y voluntarios, que bajo la lluvia había organizado la celebración, que fue concelebrada por el obispo Juan Ramón Martínez y el obispo emérito Joaquín Piña. Así como los religiosos celebraron la misa en esta ciudad, también el Papa Francisco, en su misa dominical encomendó su pontificado a la Virgen de Fátima y celebró una misa en su nombre. La imagen y la oración de y para “El Papa argentino” no estuvieron ausentes. Los vendedores ambulantes que desde hace 51 años llegan a Fátima para ofrecer sus productos, de todo tipo, no faltaron ayer. Con carpas improvisadas colocaron en la parte exterior del predio sus mesas con rosarios, llaveros, santos, estampitas, remeras y llaveros del Papa Francisco, y por supuesto los ya tradicionales vendedores de globos, chipas, churros y pastelitos.
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