Garupá. Las 38 familias que vivían en el barrio San Jorge de Posadas se mudaron a Garupá con la esperanza de comenzar una nueva vida y por fin tener una vivienda digna. Sin embargo, hace siete meses que comenzaron la lucha por los servicios básicos y ayer, hartos de reclamar en todos los organismos pertinentes, decidieron salir a la ruta para que todos conozcan el padecimiento.Para tener agua potable, comentaron, dependen de la gentileza de una empresa que provee el vital líquido, aunque en los últimos tiempo limitó a un balde por familia porque “el agua está cara”. La energía, sin embargo, llega al barrio a través de conexiones clandestinas, porque habían pensado que era algo provisorio, pero el servicio nunca se normalizó. Se trata de familias que residían en el barrio San Jorge de Posadas, que a través de un programa de “Ayuda Mutua” del Iprodha serían reubicadas en Garupá, donde primero se construyeron casas precarias de madera y después, entre los vecinos y con la ayuda del instituto, edificarán las de material. Los vecinos, ayer en la ruta indignados señalaron que desde el Iprodha hace siete meses se les “exigió” que se mudaran con la promesa de que en quince días contarían con la luz y el agua. Sin embargo, siguen esperando. Una de las vecinas señaló que “la gente busca el agua de una empresa, pero ya no nos quieren dar más, tenemos que caminar más de dos cuadras, muchos entonces toman el agua contaminada de un arroyo y hay muchos chicos enfermos por ese motivo”. Los manifestantes reconocieron que “aparentemente” está toda la obra para que funcione una perforación, pero el problema es que falta energía. “Se tiran la pelota entre el Iprodha y Emsa, así que queremos una respuesta ya, no vamos a esperar más”, manifestó la mujer junto a sus vecinos.“Es un abandono”Las familias denunciaron que “es un abandono de persona lo que nos hicieron, porque estamos abandonados, sin luz, ni agua, además cuando llueve los chicos no pueden salir”.Por otra parte, los adjudicatarios del programa criticaron que son “obligados” a trabajar cuatro horas diarias en la construcción de las casas sin percibir ninguna ayuda a cambio. Aunque otros vecinos explicaron que por la mano de obra que brinden “después se nos va a descontar del monto de las casas”. Desde el Iprodha, en tanto, indicaron que se hicieron todos los trabajos para que la empresa de energía realice la conexión de luz y que desconocen los motivos de la demora, a pesar de los reclamos. El transformador, los postes, tableros necesarios aseguran que están. Además de la obra de perforación y las cañerías domiciliarias. Pero los vecinos siguen esperando la voluntad de los encargados de Emsa para contar con la conexión de un servicio básico. Ayer el corte de ruta comenzó alrededor de las 10, en la calzada de acceso a la capital provincial. Con carteles frente a la escuelaEl corte de ruta comenzó ayer, alrededor de las 10, en la calzada de ingreso a la capital provincial, precisamente frente a la Escuela 763, donde los vecinos se concentraron con afiches pidiendo la inmediata conexión de luz y agua. “Basta de tomar agua contaminada”, manifestaron a través de una pancarta algunos habitantes de la zona. Las necesidades en el barrio son muchas, además de los servicios pidieron el arreglo de las calles, ya que dicen que no se puede ni siquiera circular caminando. Además, a la Municipalidad le reclamaron desmalezamientos, debido a la proliferación de insectos y alimañas en los pastizales. Los vecinos comentaron que hasta que no haya soluciones seguirán manifestándose en la ruta, porque de lo contrario nadie se hace presente ni escucha sus reclamos. “La verdad que todo esto había comenzado como un gran sueño, el de la casa propia, pero esto se parece más a una pesadilla, ya que ni siquiera agua tenemos para tomar”, agregó un jefe de familia cansado de solicitar un balde de agua todos los días.
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