APÓSTOLES. Una avioneta perteneciente a la Escuela de Vuelo de Corrientes realizó ayer, a las 11.30, un aterrizaje forzoso en un campo privado, ubicado a la vera de la ruta 105, en Colonia Las Tunas, a unos diez kilómetros del núcleo urbano de la localidad de Apóstoles. La nave había partido desde la capital correntina y tenía como destino la ciudad de Posadas. Además del piloto, Juan Pablo Cooke, viajaba en el avión un empresario de esa vecina provincia, identificado por la Policía como Oscar Karter. Se trataba de un viaje privado, que de acuerdo a las informaciones brindadas a PRIMERA EDICIÓN tanto por Gendarmería Nacional como por el propio piloto, se vio en problemas debido a escasez de combustible y a las malas condiciones climáticas, especialmente por la densidad de la neblina que se presentaba en la zona en ese horario de la jornada de ayer.Si bien se trató de una maniobra de emergencia, la avioneta pudo aterrizar sin inconvenientes, sin registrar daños de ningún tipo.“No se veía nada”El piloto del avión, que forma parte del plantel de instructores de vuelo de la Escuela de Vuelo de Corrientes, indicó a este diario que “en circunstancias en que trasladaba a un pasajero con destino a Posadas, me vi obligado a realizar un aterrizaje de emergencia, ya que estaba falto de combustible y las condiciones meteorológicas complicaron la visión, no se veía nada, por presencia de neblinas y por seguridad decidí aterrizar. Afortunadamente fue un aterrizaje sin complicaciones, normal”. Para poder llevar a cabo la maniobra, el piloto realizó lo que en la jerga de la aviación se conoce como “aproximación visual”, aproximación a una pista, en la cual el piloto no recibe asistencia externa, sino que debe guiarse únicamente por las referencias visuales posibles en el momento de aterrizar. Tras el incidente, la avioneta recibió asistencia desde el aeroparque de Apóstoles, donde prontamente acercaron las cantidades de combustible necesarias para que la nave pudiera salir del campo donde aterrizó. Con respecto a la falta de combustible, según pudo saberse, se habría dado porque en principio el vuelo iba a realizarse en otra nave, que a último momento presentó un inconveniente, por lo que se terminó haciendo el vuelo con un avión PA 28 Piper – LV- AXM- que al momento de partir no tenía las reservas suficientes de combustible. Este tipo de naves de ala baja y tren de aterrizaje tiene un consumo aproximado de treinta litros por hora de vuelo. En cuanto a la variante climática que complicó el vuelo, el piloto explicó que había presencia de “stratus”, como se denomina técnicamente a un tipo de nube, formadas tanto por nieblas ascendentes o cuando el aire frío se mueve a bajas altitudes sobre una región. Desde el aeroclub de Apóstoles, señalaron que “no era un día apto para vuelo al menos en esta zona, estaba muy cerrado, mucha niebla y muy poca visión, de modo que era un vuelo riesgoso, y se puede decir que la sacaron barata gracias al profesionalismo del piloto. Además se trata de un avión que no tenía el instrumental adecuado, por lo que ante casos como el que se dio, todo se vuelve más complejo”.
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