MÁRTIRES. La peor pesadilla se hizo realidad ayer para un hombre de la Zona Centro de la provincia, quien fue a visitar a su progenitor para festejar el Día del Padre y se encontró con que el mismo había sido ultimado de un puntazo en el pecho en el marco de lo que habría sido un violento asalto armado para robarle una motocicleta.Las autoridades identificaron a la víctima como Osvaldo Jeremías Grance (79), un jubilado que vivía en el lote 64 de Mártires, una pequeña localidad de poco más de 400 habitantes emplazada camino a Oberá, por la ruta provincial 103.Lo dramático del caso es que los detectives de la Policía de Misiones tienen pistas firmes para señalar a un sobrino de la víctima como principal sospechoso por el homicidio. El joven tiene 25 años, hace aproximadamente un mes había llegado de Buenos Aires y testigos aseguran haberlo visto montado a la motocicleta de Grance durante las últimas semanas (ver “El testigo y un dato clave”).El peor escenarioLas fuentes le contaron a PRIMERA EDICIÓN que el dramático episodio se descubrió alrededor de las 11.30 de ayer en dicho lugar, hasta donde llegó uno de los hijos de la víctima, de 47 años.Al parecer, el hombre había planificado durante los últimos días una visita a su progenitor para festejar el Día del Padre. Jamás imaginó cuál sería el desenlace de un día que debía ser festivo pero que se transformó en trágico.El hijo llegó a la casa del lote 64 y se encontró con un escenario macabro al abrir la puerta: su padre estaba sin vida, tendido en el suelo, con un profundo corte a la altura del corazón.Sin comprender demasiado, bajo un profundo nerviosismo, dio avisó a los efectivos de la comisaría de Mártires, quienes llegaron en pocos minutos y confirmaron el inesperado alerta.Enseguida arribaron a la escena efectivos de Criminalística y de Investigaciones de la Unidad Regional II, con asiento en Oberá. Los investigadores no tardaron en organizar la evidencia y construir una primera hipótesis: homicidio en ocasión de robo.A esa teoría arribaron una vez que descubrieron que del inmueble faltaba una motocicleta Gilera de 120 cc. que era propiedad de Grance. También suma a esa presunción el hallazgo de un machete en una de las manos de la víctima, lo que indicaría claramente que el anciano intentó defenderse de su agresor.Las pericias médicas preliminares realizadas sobre el cadáver develaron, en principio, dos cuestiones importantes, vinculadas con la herida fatal y con el horario del episodio.Sobre el corte, los forenses policiales constataron que era de 9 centímetros de largo por 6 de ancho, por lo que suponen que el asesino “escarbó” con el arma blanca en el cuerpo.La otra cuestión tiene que ver con el horario de la muerte. Debido a la rigidez que presentaba el cuerpo, los detectives creen que Grance fue ultimado alrededor de las 23 del último sábado.Sobre las circunstancias, pocas cosas están claras. No obstante, aquella primera hipótesis que suena con fuerza apunta directamente a un sobrino del anciano, de unos 25 años, quien hace un mes llegó desde Buenos Aires y al parecer residía con su tío. De todas maneras, aún es demasiado pronto para descartar cualquier otro tipo de teoría. Y eso los detectives lo saben. Por eso, hasta anoche un grupo de investigadores continuaba detrás de otras líneas. Mientras tanto, el magistrado Fernando Verón, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de Posadas y con jurisdicción en Mártires, ordenó que el cuerpo sea trasladado a la Morgue Judicial de Posadas, donde en las últimas horas se llevaba adelante una necropsia. El testigo y un dato claveEfectivos policiales buscaban hasta anoche a un sobrino de la víctima, de 25 años, quien recientemente había llegado desde Buenos Aires y, al parecer, vivía junto a Grance.La hipótesis que involucra al joven con el sangriento episodio tiene base en la declaración de un testigo que aportó un dato clave a los detectives.El hombre, vecino de Mártires, aseguró haber visto en más de una oportunidad a ese muchacho a bordo de la motocicleta Gilera de 120 cc. que misteriosamente desapareció de la escena del crimen.Ese testimonio fue el que llevó a los uniformados tras la pista del joven, quien llegó desde la capital del país hace aproximadamente un mes, después de permanecer un par de años allá.El sobrino, de acento porteño, al parecer compartió techo con su tío en las últimas semanas. De todas maneras, los investigadores aún no pudieron establecer si continuaba viviendo en el lote 64 de Mártires o había alcanzado a mudarse.
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