POSADAS. Como si fuera un cliente más, preguntó precios, evaluó productos y recorrió los exhibidores. Se mantuvo así, agazapado, por casi diez minutos. Y en una distracción, tomó el plasma que había llamado su atención desde un principio y se lo llevó sin levantar sospechas, caminando, por plena calle Bolívar y como si acabara de adquirirlo en buena fe.Así de insólito -y de “grosero”, podría decirse- fue el accionar de un delincuente que con esa tranquilidad se llevó un televisor de última tecnología de un reconocido local del microcentro posadeño. Fue en el mediodía del lunes y los empleados recién se percataron del faltante por la tarde, cuando revisaron las filmaciones de las cámaras de seguridad.El increíble robo ocurrió en un comercio emplazado sobre Bolívar, entre Ayacucho y Junín de Posadas, en pleno “corazón” de la zona comercial capitalina. Como quedó registrado en las filmaciones a las que PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso, todo comenzó alrededor de las 12.08 del último lunes.A esa hora, el malviviente ingresó al local dedicado principalmente al rubro fotográfico, pero que también vende todo tipo de electrónicos. Se hizo pasar por cliente y hasta intercambió palabras con uno de los encargados de atención al público. Estaba bien vestido y hasta se mostró amable. Nada hacía imaginar que se trataba de un malhechor.El ladrón continuó con su farsa durante exactamente ocho minutos. Preguntó precios, fue, volvió, simuló mirar las vitrinas. En el medio, “tanteó” en más de una oportunidad la caja de cartón que se encontraba en el salón de ventas, quizás para confirmar que adentró estaba el televisor Samsung modelo “Smart TV”, de última generación y valuado en cerca de 7 mil pesos.El momento llegó cuando el reloj marcó las 12:14:50. Entonces, aprovechó la llegada de un par de clientes nuevos y la distracción de los empleados del comercio, atareados atendiendo a otros compradores, para tomar la caja con tranquilidad y ganar la calle, como quien sale con el producto en sus manos después de comprarlo.Los empleados cerraron el turno y volvieron por la tarde. Recién entonces se percataron de que faltaba el televisor, que iba a ser expuesto en la vidriera próximamente. Nadie sabía qué había pasado, hasta que alguien sugirió revisar las cámaras de seguridad. Ahí fue cuando descubrieron la audaz maniobra.Los responsables de la firma no tardaron en radicar una denuncia en la comisaría seccional Primera. Miembros de esa dependencia y de la Minibrigada de la Unidad Regional I reconocieron al ladrón como César (35), un conocido maleante del barrio San Jorge con antecedentes por delitos similares contra la propiedad.Ayer por la mañana, cerca de las 10, los uniformados irrumpieron en su vivienda y lo detuvieron, pero el ladrón se sinceró: en menos de 24 ya había comercializado el plasma. Quedó detenido a disposición de la Justicia, que tiene en las videofilmaciones una prueba clave.
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