BUENOS AIRES (Medios digitales). El portero Jorge Mangeri, de 45 años, quedó ayer más comprometido en la causa por el crimen de Ángeles Rawson (16), ya que estudios de ADN confirmaron que era suyo un cabello que estaba adherido en una soga que sujetaba los tobillos del cadáver, informaron fuentes judiciales.En tanto, los peritos del Cuerpo Médico Forense informaron que la esperada muestra levantada en el departamento de Mangeri era tan compleja y estaba tan degradada que no se pudo identificar ningún perfil genético, ni el del portero, ni el de la víctima, ni el del genetista de la defensa, Gabriel Boselli. Además, los forenses oficiales y de la defensa, que analizaron las causas de la muerte de Ángeles concluyeron en que la chica “padeció de un período agónico prolongado” y que no fue estrangulada, sino que murió por “aplastamiento” entre la basura en la que fue hallado su cadáver.De acuerdo al informe de esta junta que ayer recibió el juez de la causa, Javier Ríos, los peritos de la querella consideraron, en disidencia, que “la muerte se produce con anterioridad a su compactación y presentarán un informe complementario”. Cabe recordar que anteriormente componentes del ADN de la joven fueron hallados por los expertos de la Policía Científica en el departamento del portero, como así también encontraron material genético del sospechoso en varias uñas de la víctima.
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