POSADAS. Las pruebas en su contra eran contundentes y anticipaban una inminente resolución condenatoria. El acusado lo sabía y por eso llegó a un acuerdo para llegar a un juicio abreviado, en el que confesó su culpabilidad y accedió a una pena más leve de la que, seguramente, recibiría en juicio. Ese acuerdo se rubricó ayer en el Tribunal Penal 1 de esta ciudad, entre la fiscal de Cámara Liliana Mabel Picazo y la defensora oficial Celina Silveira Márquez.Así se resolvió condenar a Juan José Morand a 25 años de prisión por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma de fuego, dos hechos en concurso real”.La resolución se dio a conocer a horas de iniciarse el debate oral en que este hombre iba a ser juzgado. La primera audiencia estaba prevista para hoy a partir de las 8.30.Morand sabe lo que significa estar en prisión. En su legajo hay una sentencia anterior por robo a mano armada, con un taxista herido de bala que jamás volvió a caminar.Al parecer se encontraba en libertad condicional cuando volvió a protagonizar un crimen terrible.Sucedió alrededor de la 1.30 del 6 de abril de 2011, en un departamento del primer piso de un edificio ubicado en las céntricas calles Colón y Catamarca.La víctima resultó ser una adolescente de 16 años, que trabajaba como empleada doméstica en el lugar y se encontraba sola, porque su patrona habría viajado.La pregunta jamás respondida fue la manera en que Morand ingresó al departamento. No se sabe si escaló hasta alcanzar el balcón del inmueble o tenía una copia de la llave de ingreso, una teoría para nada descabellada en virtud de que en el pasado habría mantenido una relación con la propietaria (se desconoce si laboral o amorosa).Lo cierto es que logró entrar a la sala. De allí caminó hasta la habitación donde descansaba la chica y perpetró su macabro plan.Cuando la víctima despertó, intentó defenderse pero eso le valió una brutal paliza.Incluso llegó a destrozarle un velador en la cabeza y a rasguñarle el rostro.Sin embargo, no pudo con la mayor fuerza criminal del atacante, quien igualmente terminó muy golpeado.No viene al caso recordar cada detalle de un episodio espeluznante, pero sí que hubo personas allegadas a la propietaria del lugar y ella misma que intentaron ocultar lo sucedido.Por fortuna, el padre de la víctima y el juez de Instrucción 1 de Posadas, Marcelo Cardozo, llegaron hasta las últimas consecuencias en una causa que se cerró ayer con la condena del acusado a 25 años de prisión.Fuentes judiciales indicaron que restaban sólo trámites formales para que el TP 1 de Posadas sellara el acuerdo alcanzado por el Ministerio Público Fiscal y la defensora oficial, con las firmas de los camaristas Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Angel Dejesús Cardozo.
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