PUERTO IGUAZÚ. El gabinete técnico-pericial de la IV Agrupación “Misiones”, de Gendarmería Nacional, realizará las pericias en la celda donde Hernán Céspedes, el joven de 18 años detenido y acusado de matar a Liani Itatí Piñeiro, apareció muerto en la mañana del 22 de julio del año pasado.La intervención de los expertos de la fuerza de seguridad nacional es a solicitud del juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña, quien se abocó a la investigación que intentará determinar las circunstancias del deceso del único sospechoso del aberrante homicidio ocurrido el 12 de julio de 2012 en Puerto Esperanza.El magistrado, como lo adelantara este Diario ayer, decidió inhibirse de la causa por el crimen de Liani Itatí Piñeiro, aunque no trascendieron los motivos.Las actuaciones pasaron entonces, por el sistema de subrogación legal, a la jueza en lo Correccional y de Menores de Eldorado, Mirtha Elvia Saucedo de Bertolo Andino, quien deberá decidir si acepta el cargo o esgrimir los motivos de apartarse.El cuerpo del Hernán Céspedes fue hallado en las primeras horas del 22 de julio pasado, colgado con un cordón a los barrotes de la celda de la Unidad de Resguardo y Custodia de Detenidos, ubicada en el predio de la Unidad Regional V, de Puerto Iguazú.El lamentable episodio se produjo a horas de que el muchacho pudiera ser indagado por el juez original de la causa, Juan Pablo Fernández Rissi, quien luego se apartó de la investigación.¿Hubo negligencia policial en la custodia del sospechoso? Todo parece indicar que sí. En el expediente consta que el personal que debía cuidarlo aquel día había recibido instrucciones precisas de custodiarlo con celo, pero la orden no se cumplió.Al menos en forma eficiente.Una información circuló con insistencia al día siguiente: aquel día, en la Unidad de Resguardo y Custodia, había unos 28 detenidos para un solo llavero, como en la jerga se llama al policía encargado de atender a las personas privadas de su libertad.Es aquí justamente donde la cúpula de la UR V puede ser imputada de alguna responsabilidad.Sin embargo, la familia Céspedes jamás creyó en la teoría del suicidio y argumentó que, a su entender, el joven había sido asesinado para que, supuestamente, no confesara la identidad de los asesinos de Liani Itatí Piñeiro.En este punto de la investigación se comenzó a sembrar la versión sobre la supuesta participación del hijo de un reconocido político de Puerto Esperanza en la autoría del homicidio.Pero la verdad del expediente indica que no hay un solo indicio en ese sentido.Lo que sí hay es un cúmulo de pruebas que situaban al muchacho de 18 años como único sospechoso de haber acabado con la existencia de Liani Piñeiro.Entre esas pruebas, varios resultados de ADN que lo complicaban seriamente en la causa que investigaba Fernández Rissi.Ahora será Bertolo Andino, de no encontrar motivos para su apartamiento, la que deberá determinar si hay o no razones para extender la investigación. Para que no haya suspicaciasCon buen tino el juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña, solicitó la intervención de los expertos de Gendarmería Nacional para la realización de las pericias en el calabozo donde Céspedes apareció muerto.En un principio circuló el nombre del comandante Iseas, un experto de GN que trabajó en las pericias científicas tras la voladura de la embajada de Israel, en 1992.Sin embargo, PRIMERA EDICIÓN pudo confirmar que el comandante fue trasladado a Buenos Aires.En este contexto, de no haber inconvenientes con el pedido del magistrado, el comandante principal Santiago Tabarez, jefe del gabinete técnico-pericial de GN, será quien encabece las tareas en la Unidad de Resguardo y Custodia de Detenidos, dependiente de la UR V de Iguazú.
Discussion about this post