POSADAS. “Hay de todo, como en botica”, reza el refrán, pero en “Los Grimaldi” hay de todo y potenciado. Con desopilantes personajes, la obra protagonizada por Nazarena Vélez, Rodolfo Ranni, Georgina Barbarossa y gran elenco estuvo en Posadas e hizo reír a una multitud, en la noche del sábado. La cancha del club Itapúa se convirtió en un teatro, con un escenario especialmente montado para la ocasión, en el que transcurrió esta obra dirigida por Atilio Veronelli, con la actuación de Vélez, Barbarossa, Ranni, Diego Pérez, José María Muscari, Esteban Prol, Magüi Bravi, Micaela Vázquez, Thiago Batistuta y Lucas Velazco. “Esta no es cualquier familia, esta es mi familia”, dice “Doménico Grimaldi”, el padre, interpretado por Rodolfo Ranni, al inicio de esta historia en la que desde el humor se abordan los encuentros y desencuentros familiares. “Doménico” ha trabajado toda su vida en su acaudalada empresa, pero no se ha ocupado de darle cariño a sus hijos y, aunque por momentos es mejor “perderlos que encontrarlos”, buscará reunirlos para recomponer la relación. Sus hijos son: “Dora” (Nazarena Vélez), que está casada con “Alberto Esputini” (José María Muscari); Georgina Barbarossa, bebedora empedernida que “arrasa” con los hombres y sus preferidos son los más jóvenes, como el jardinero seductor que trabaja para “Doménico”; y el único hijo varón es “Ernesto”, “que siempre está puesto”, un joven (interpretado por Esteban Prol) que hace cinco años no ve a su familia, pues andaba de juerga por el mundo.Cansado del olvido y desamor de sus hijos, a quienes no ve hace años -incluso no conoce a sus nietos- “Doménico” los cita a través de su secretaria argumentando que su salud está deteriorada. Poco a poco van llegando con sus respectivas familias: “Dora”, con “Esputini” y un hijo adoptivo, Nicolás, que cursa el seminario para ser sacerdote; “Susana” (Georgina), con su hija “Daniela”, quien se enamora de su primo adoptivo, que aconsejado por su abuelo dejará el seminario y se quedará con ella. Más tarde entra Ernesto (Prol). La lucidez no es lo suyo y será quien al final de la historia conquistará el corazón de “Esputini”, que luego de reconocer su homosexualidad dejará a “Dora” y se irá con “Ernesto” a Ibiza. Una severa secretaria los recibe y les informa que “Doménico” no está bien mentalmente, por lo que “Susana” idea un plan para declarar “demente” a su padre y quedarse con todas las empresas. Para lograr su cometido recurre a un abogado, Fernando Domocho (Diego Pérez) y una enfermera hot (Magui Bravi). Entre idas y vueltas, ironías, ocurrentes discusiones cargadas de humor, cada uno va dejando a la luz en qué se ha convertido a lo largo de todos esos años “Doménico”. Mientras tanto, él, que en realidad se hace pasar por enfermo, va analizando todo desde su silla de ruedas y descubre quienes lo quieren engañar para quedarse con sus bienes y quienes realmente lo quieren cuidar, como su buena hija “Dora”. Hasta que por la noche, cuando aparentemente todos se van a dormir, “Doménico” deja su silla de ruedas para preparase unas buenas pastas, pero es descubierto por sus hijos. Pese a los errores, ambiciones y defectos de cada uno, “Doménico” le deja su empresa a su hija “Dora”, que finalmente se reencuentra con su primer amor, el abogado Domocho (Perez), y más allá de cualquier diferencia, deja en claro que siempre primará la familia. Luego de más de una hora y media de espectáculo, los cálidos aplausos se hicieron sentir para el elenco que se mostró feliz de visitar por primera vez Posadas con “Los Grimaldi”.





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