OBERÁ. Desde el domingo 18 el paisaje en el barrio de Villa Stemberg sufrió un cambio importante. El espacio verde ubicado en calles 2 de Mayo y Alemania, que era el lugar de recreación de niños y jóvenes que pasaban sus ratos libres en la cancha o en el parque infantil, se transformó en un improvisado barrio.Un grupo de cuarenta familias intrusaron el lugar, armaron carpas y con estacas y cintas delimitaron los terrenos, actualmente viven allí unos 80 niños y 55 personas mayores.“Estamos acá por necesidad, no tenemos lugar, muchos pagaban alquiler, están sin trabajo y tienen varios hijos. La gente fue a pedir un lugar y todo quedó en promesa y este lugar no está catalogado como plaza, es un espacio verde. La solución está en que dejen que la gente construya su hogar acá y no sea un aguantadero, creo que el espacio alcanza para las cuarenta familias. Es mejor vivir en este lugar antes que debajo de un puente, yo alquilaba y me quedé sin trabajo. Todavía nadie vino a dar la cara, seguro ahora van a venir con promesas”, dijo Darío De LimaEsta problemática social fue reflejada en varias oportunidades en las páginas de PRIMERA EDICIÓN, pero cada vez se profundiza más. El fenómeno tiene su origen, por ejemplo, en el éxodo rural o en la disgregación de las familias, que en determinadas situaciones, ante la falta de un lugar para vivir (en muchos casos, ya son intrusos), avanzan sobre otros espacios públicos.Ramón De La Cruz es vecino del barrio y comentó: “Tengo mi lugar para vivir, mi casa, pero apoyo a esta gente porque veo el sufrimiento por el que pasan, corren de un lado al otro con el alquiler. Vamos a luchar hasta donde va, estoy de acuerdo con ellos, hay muchos chicos y necesitan un lugar donde vivir”.Las familias están viviendo en el lugar sin ningún tipo de servicio, no tienen, luz, agua ni letrinas, utilizan los baños de los vecinos.Empleado municipalEriberto Batista es empleado municipal y agregó que “yo fui el primero en levantar mi casa acá, después se sumaron otros, la gente con necesidad de tener un lugar vino a instalarse. Desde la Municipalidad vinieron con un camión y quisieron llevar mi casa, pero no les dejé. Fuimos muchas veces a pedir un lugar y nunca nos dieron. No pedimos que nos regalen nada, estamos dispuestos a pagar un precio accesible porque la mayoría de los muchachos que vive acá es changarín y todos tienen chicos. Nos vamos a quedar hasta que venga alguien con soluciones y papeles en mano porque de palabras estamos cansados”.La Municipalidad de Oberá, en tanto, ante el fracaso del diálogo, realizó la denuncia policial correspondiente. El secretario de Desarrollo Humano, Raúl Zabala, dijo que “la denuncia se hizo en última instancia, luego de agotar la instancia de diálogo. Nos enteramos de la situación el sábado a la tarde, cuando un empleado municipal ocupó un espacio destinado a una plaza, inmediatamente Asuntos Barriales y la guardia urbana tomó contacto con esta persona para solicitarle que no se ubique en el lugar, pero se negó. Entre el sábado y el domingo se sumaron más personas que instalaron carpas, todo en forma muy organizada, inclusive nos dijeron que el sábado a la tarde entregaban carpas y marcaron los terrenos. En principio evaluamos con el equipo de asesores solicitar el desalojo de estas familias. La excusa de no tener donde estar no habilita a ocupar estos espacios, es toda gente de la zona. El domingo armaron una fogata a la noche, hay gente que tiene antecedentes de intrusión en otro lugar, evidentemente hay algún tipo de organización, si un vehículo entrega carpas se puede concluir que alguien está detrás de todo esto. Creo que evidentemente hay una necesidad, pero detrás de esta intrusión hay un aprovechamiento de la situación por parte de gente sin muchos escrúpulos”.
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