BUENOS AIRES (Medios digitales). El Tribunal Oral Criminal 1 de Morón resolvió ayer por unanimidad que se efectivice la “detención inmediata” de Julio César Grassi, el cura condenado en triple instancia a quince años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores.Pasadas las 19, el TOC 1 de Morón explicó que “existen razones fundadas” que justifican la necesidad de la toma de decisiones restrictivas y señalaron que “hay que proceder a la detención”. Así, Grassi será derivado a la Unidad carcelaria N°39 de Ituzaingó, ya que ese penal integra la diócesis de Morón a la que pertenece el sacerdote.Poco antes de las 15 comenzó la audiencia y el tribunal 1 de Morón rechazó la recusación planteada por la defensa de Julio César Grassi por presunta “parcialidad”. Luego de un breve cuarto intermedio, también negó otro planteo del cura que pedía la nulidad de la audiencia de ayer, por lo que luego de eso comenzó a resolverse si efectivizaban su detención. Luego, fue el turno de escuchar los argumentos del fiscal, la querella y la defensa. El primero en tomar la palabra fue el fiscal Alejandro Varela, quien enfáticamente pidió la detención de Grassi al considerar que “dejar a Grassi en libertad es casi colaborar con el delito”. Después, la palabra la tuvo el abogado de una de las víctimas, Sergio Piris, quien dijo que Grassi tuvo “todos los privilegios, parecía un actor de cine que daba reportajes, mientras la víctima tuvo que volver al régimen de protección de testigos”. Así le llegó el turno al otro abogado querellante Juan Pablo Gallego, quien dijo que “hay peligrosidad criminal y social de este ser antisocial”, se quejó porque Grassi siguió ingresando a la Fundación Felices los Niños al decir que “Jamás fue controlado”, y señaló que “es un pedófilo condenado”.Ricardo Malvicini, el abogado defensor de Grassi, se refirió a los temores de fuga del fiscal y la querella al decir que el cura “tiene portación de cara, a dónde va ir Grassi”; y se preguntó: “¿Dónde hay inminente fuga?”. Antes de pasar al cuarto intermedio previo al fallo, Grassi tomó la palabra y, punto por punto, dio su versión ante cada una de las acusaciones que el fiscal y la querella hicieron durante la audiencia en la que se define si va a la cárcel. El propio acusado se quejó y dijo que le “armaron una causa como la de Candela” Sol Rodríguez. El sacerdote había sido condenado por el TOC 1 en junio del 2009 a quince años de prisión por haber abusado de un menor que alojaba en guarda judicial en la Fundación Felices los Niños y la condena fue confirmada en tres instancias.Grassi está acusado por el abuso sexual en perjuicio del joven “Gabriel”, quien fue vejado en la Fundación Felices los Niños, “en la mañana de un día sábado o domingo de la última quincena del mes de noviembre de 1996” y otra el “7 de diciembre” de ese mismo año. Para el Tribunal, Grassi fue responsable del abuso sexual de “Gabriel”, hechos que habrían tenido lugar en la “Casa San Juan Bosco” de la Fundación, en Hurlingham, y los mismos promovieron una “desviación en la sexualidad aún en formación del menor”. Ayer, por primera vez luego de la condena, Grassi fue encarcelado en cumplimiento de la pena dictada en 2009, luego de que la misma fuese confirmada en tres instancias, y al violar las condiciones de libertad vigilada que denunció la fiscalía en 2012. Duro testimonio de la víctimaPasaron once años desde que se atrevió a denunciar al cura Julio César Grassi. Desde entonces, “Gabriel” crece a la sombra del hombre condenado a quince años de prisión por abuso sexual agravado y corrupción de menores y que desde anoche se encuentra finalmente tras las rejas.Hoy, “Gabriel” tiene treinta años y vive de changas, en el rubro de la construcción, porque no consigue un trabajo fijo. El miércoles, un llamado a su celular lo alertó sobre la decisión de la Corte Suprema de Justicia bonaerense que, al igual que la Cámara de Casación, confirmó la sentencia condenatoria del Tribunal Oral Nº1 de Morón del 10 de junio de 2009. En una carta que envió al Diario PERFIL afirmó que “me costó mucho poder ponerle palabras al horror. Sufrí y sigo sufriendo por lo que me hizo el cura Grassi en el lugar en que creí y sentí que iba a recibir amparo”, dijo sobre los abusos que fueron acreditados en el juicio. Y se lamenta: “Fue una liberación poder decirlo. Pero nunca imaginé, más de diez años después, todo lo que se me vino encima y que aún no logro procesar. En la calle, desde la televisión y en donde estuviera me llegaban los mensajes y hasta una bala. Me dijeron que no podía llegar vivo al juicio”. Gabriel se refiere a un mensaje amenazante que recibió en 2003. Hizo la denuncia en Morón, pero no prosperó y quedó en la nada. Los jóvenes conocidos como “Ezequiel” y “Luis”, también acusaron al cura, pero los jueces Luis Andueza, Mario Gómez y Jorge Carrera entendieron que las pruebas no eran suficientes. Y Gabriel quedó en soledad. Soportó el duro proceso para demostrar los abusos, primero, y los embates en su contra, después. “Concurrí a todas las citaciones y me sometí a pericias. Grassi se negaba a todo. Me trataba de mentiroso y de delincuente, repetía mi nombre y distribuía mi imagen. Llegó el juicio oral. Una vez más, ante su mirada amenazante, sostuve mi verdad. Escuchar la condena me reparó una parte de tanto daño. Pero cuatro años después, Grassi sigue libre. Y yo, preso en la vida sin poder recomenzar, por esta situación que nunca termina”. Vale aclarar que esta carta fue escrita antes de que Grassi terminara detenido. “Me armaron una causa como la de Candela”+ (Medios digitales). Al finalizar la etapa de alegatos ante el Tribunal Oral Criminal N°1 de Morón en el debate en el que luego se definió que Julio César Grassi vaya preso, el cura pidió la palabra y esgrimió su defensa punto por punto de lo que lo acusaron el fiscal y los abogados de la querella. Y se quejó que le “armaron una causa como la de Candela” Sol Rodríguez.As&
amp;iacute;, Grassi comenzó criticando al fiscal Alejandro Varela. Dijo que “la mentira todavía tiene un sillón dentro de la acusación y ese sillón lo ocupa el fiscal Varela, que miente delante de la gente para hacerles creer que amenazo gente. Jamás me acusaron de eso. Fueron todos cuentos. ¿Qué hay detrás de esta fiscalía?”. Fue en ese momento en que habló del Fiscal General de Morón Federico Nieva Woodgate, a cargo del caso de la chiquita de once años que fue hallada asesinada a la vera del Acceso Oeste y cuyo crimen no tiene detenidos. Entonces Grassi dijo refiriéndose a Nieva Woodgate: “¿Quien mató a Candela? Armaron una causa como me la armaron a mí, con acusaciones falsas”.Y entonces Grassi se refirió a las amenazas de las que fue acusado: “En mi vida, jamás, amenacé a nadie. Olvida el fiscal decirlo. ¿Cómo puede ser que un fiscal mienta tanto? ¿En qué manos estamos?”. Luego, señaló que no cuenta con fondos para escaparse. Para eso, Grassi se levantó, mostró los bolsillos vacíos de su tapado azul y dijo: “Utilicé durante todo el proceso el mismo saco. Nunca me tomé vacaciones, no tengo cuenta bancaria”. Y agregó: “No fui a buscar un abogado porque es caro, fui a buscar un abogado bueno… ¿No tengo derecho a tener un abogado bueno? El doctor Piris es abogado de Cablevisión”, en relación a que patrocina a una de las víctimas. Fue entonces que se refirió a los dichos de los abogados querellante Piris y Gallego. “Me llama pedófilo, que se hagan cargo de eso”, les dijo a los dos letrados y recordó que “en la pericia de Calafate dice que no tengo rasgos de pedófilo ni de abusador sexual”. Por último se refirió a por qué debería quedar en libertad mientras la condena a quince años de prisión no está firme: “Tengo antecedentes impecables”, señaló Grassi y esgrimió: “En todo momento me serví a proceso”. Luego pidió que lo dejen trabajar y cerró: “No hay razón concreta para que me puedan quitar beneficios”. El TOC consideró lo contrario y lo derivó al penal de Ituzaingó.
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