ALEM Y BONPLAND. (Por Sergio Alvez). Poco antes de las 18 de ayer, y tras haber partido desde Leandro N. Alem a las 10, la Marcha por los Ríos Libres llegó a la localidad de Bonpland, alcanzando así su tercera posta. En un día de condiciones climáticas óptimas, la caravana de caminantes y vehículos sumó alrededor de 600 personas en este tramo. La noche anterior, luego de haber recorrido y entregado panfletos en las calles céntricas de Alem, los marchantes se alojaron mayoritariamente en las instalaciones cedidas por la iglesia evangélica del Río de la Plata -en colchonetas y carpas- y otro pequeño grupo en la Escuela de Salud Popular Opaybo (Caa Yarí). La caminata desde Alem hacia Bonpland contó desde un principio con la presencia de grupos que hasta ahora no se habían sumado a la marcha: algunos llegaron desde Posadas, y otros de ciudades brasileñas (Esmeralda y de Río Grande do Sul). Promediando el mediodía, se decidió hacer una parada en el sombreado patio de una iglesia en Colonia Bañado Chico. Allí, además de un almuerzo comunitario -gracias a las donaciones de varios comercios- se llevó a cabo una breve charla a cargo del médico y ambientalista Juan Yadjhian, quien junto al encargado de seguridad de la marcha, Carmelo, brindaron consejos para los caminantes. “Vamos rumbo a completar los cien kilómetros de marcha, y aquí tenemos a personas de todas las edades, por eso consideramos preciso que todos los marchantes conozcan algunos aspectos esenciales para la salud, sobre todo lo referido a la administración del oxígeno, y al ritmo que debe llevarse”, indicó Carmelo. La marcha se reanudó rumbo hacia Bonpland. Este tramo fue animado por el rapeo -a megáfono- de Andrés Alvez (Puerto Azara), creador del tema “No a las mega represas”, quien junto a su colega Nash, entregaron un set de rimas improvisadas y referidas a la lucha contra las represas, arengando y dando aliento a los marchantes. Eran las dos de la tarde y el sol, a esa hora, comenzaba a impactar fuerte. Varios caminantes decidieron seguir viaje en algunos de los vehículos dispuestos a tal fin. En todo momento, organizados en bloques, hubo una constante entrega de botellas de agua mineral y frutas para los marchantes. Y como ocurriera en las dos jornadas anteriores, en cada pueblo los vecinos esperaban a los caminantes con una palabra alentadora y alguna ofrenda alimenticia. Al llegar a Colonia Almafuerte, la marcha se encontró con la sorpresiva aparición de un grupo de docentes jubilados del grupo Marea Blanca, que arribaron a ese encuentro con una gran imagen del obispo Joaquín Piña (dibujada por Nuñes), logrando despertar en los marchantes un encendido aplauso. “Veníamos un poco cansados y encontrarnos de pronto con la imagen de Piña que trajeron estos compañeros, nos animó y nos dio fuerza; la presencia del obispo la sentimos, está con nosotros, sabemos que nos acompaña y nos guía, y su recuerdo nos da energía para seguir luchando; nosotros estamos acá para frenar las represas y lo vamos a lograr porque esa es la voluntad de los misioneros: no más represas, sí a la vida”, resumió uno de los caminantes. La última parada fue en un camping a la altura del arroyo Mártires, donde hubo un breve descanso. Muchos aprovecharon para mojarse la cabeza con el agua del arroyo y estirar los músculos antes de abordar el último tramo de una caminata que llegó a Bonpland casi a las seis de la tarde. Keko y JuanUna profunda emoción sintió don Orlando “Keko” Bregagnolo (76) al llegar ayer a Bonpland tras venir marchando desde que partió en Panambí. “Vuelvo a Bonpland, donde nací hace 76 años al pie de un cerro”, dijo. Este hombre posee numerosos conocimientos en diversas áreas (es nadador, apicultor, docente y entre otras cosas dueño de una memoria prodigiosa), que fue compartiendo con los demás. “Estamos marchando por los de ahora, pero también por los niños y las futuras generaciones. Estoy contento de poder estar marchando a mis 76 años, compartiendo con esta gente linda y por una causa como esta. Me siento muy cómodo, he caminando desde el principio de la marcha y fue muy grato recibir el aliento de la gente de los pueblos que fuimos pasando y el entusiasmo de los compañeros que marchan”, expresó Keko. Con 77 años, e idéntica vitalidad que su amigo Keko, también desde el principio de la marcha se encuentra caminando Juan Yadjhian, médico y militante con amplia trayectoria. Es la voz de referencia en la marcha en cuanto a los cuidados de la salud y ciertos detalles de la alimentación. “Hay que pensar en generar energía sin dañar el ambiente; este modelo productivo que nos exige más represas, está en función de las necesidades de otros países. Una nueva represa nos traerá más enfermedades, menos agua, más inundaciones y sólo profundizará el saqueo, con Garabí sólo tendremos una provincia más pobre”, expresó el médico.
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