POSADAS. Una vez más, los ladrones volvieron a atacar a los más indefensos. En este caso fue un abuelo de 65 años quien fue abordado en su casa por dos delincuentes armados con un cuchillo que intentaron maniatarlo, lo golpearon y huyeron con su jubilación.El compromiso de los vecinos del barrio Santa Lucía, donde todo sucedió, fue clave para que los malvivientes fueran apresados a pocas cuadras de la escena. Fueron ellos y un efectivo de la Policía que se encontraba de franco quienes lograron esclarecer el caso.Lo curioso es que, ya detenidos, los habitantes de la zona reconocieron a los malandras como dos chiperos que desde hace varios días recorrían el barrio vendiendo sus productos. Incluso, uno de ellos le había vendido chipas horas antes a la víctima en su casa y hasta se cortó el pelo para regresar sin ser reconocido por la víctima.Fuentes policiales le contaron a PRIMERA EDICIÓN que los dos malvivientes permanecen detenidos en la comisaría seccional Decimotercera, donde quedaron a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, a cargo del magistrado Marcelo Cardozo.En primera personaEn diálogo con este medio, Carlos Núñez (65) contó que ayer cerca de las 17 acomodaba algunas prendas de vestir en su vivienda, emplazada sobre avenida Andresito casi 95, cuando repentinamente fue sorprendido por los ladrones.“Estaba sentado en la cama cuando uno de ellos llegó y me agarró la boca fuerte, para que no grite”, le dijo a este medio Núñez, quien preparaba algunas mudas de ropa ya que en los próximas días debe internarse para una serie de estudios médicos.Al parecer, sólo uno de los ladrones entró a la casa. El otro esperó afuera haciendo de “campana”. Eso llamó la atención de los vecinos, que entendieron lo que sucedía cuando escucharon algunos gritos que provenían de la habitación del anciano.“Alcancé a gritar y ahí se enojó. Tenía dos cordones de zapatillas con los que intentó atarme los pies”, aseguró Núñez, quien ofreció resistencia y finalmente no pudo ser reducido por el malviviente.Al escuchar los gritos, varios vecinos de la zona salieron en auxilio del jubilado. Primero se encontraron con el ladrón que hacía de “campana”, al que no tuvieron piedad y enseguida comenzaron a agredir a piedrazos.Cuando se percató de lo que sucedía, el malviviente que intentaba reducir a Núñez volvió sobre sus pasos, tomó 1.440 pesos en efectivo que la víctima había cobrado de su jubilación horas antes y huyó a la carrera, también bajo las piedras de los vecinos. Pudo haber sido más grave: mientras lo hacía, atacó sin suerte con un cuchillo a un adolescente de 16 años que intentó frenarlo.Los delincuentes no contaban con la resistencia vecinal y mucho menos, con el accionar del sargento Marcelo Martínez (36), con actual prestación de servicios en el Instituto Superior de Formación Técnica Profesional del Personal Subalterno (Isfotep) de la Policía de Misiones.Pese a que se encontraba de franco, Martínez dio el ejemplo. Se subió a su automóvil junto a otro vecino y persiguió a los delincuentes, que ya sobre avenida Santa Cruz -a cuatro cuadras del lugar del hecho- tomaron un colectivo de la línea 14. Entonces, el sargento cruzó su Chevrolet Corsa delante de la unidad, se subió al micro y finalmente redujo a los ladrones hasta la llegada de efectivos de la Decimotercera.“Es el mejor ejemplo para los alumnos de la escuela”, resaltó ayer el comisario Carlos Krapp, al frente de dicha seccional y de la investigación por cuestiones jurisdiccionales.Ya en la comisaría, los detectives reconocieron a los detenidos como dos chiperos de 29 y 34 años domiciliados en inmediaciones del Hospital Madariaga. Ambos, según contaron los vecinos, desde hace varios días caminaban las calles del barrio Santa Lucía ofreciendo sus productos.Lo llamativo y lo que indicaría cierto grado de premeditación fue que uno de ellos ayer le había vendido chipas a Núñez, aún con el pelo largo. Por la tarde, cuando lo detuvieron, tenía el pelo corto. Claramente intentaba “ser otro”, pero igualmente terminó tras las rejas. Otra vez violencia innecesaria e inexplicableEl último domingo por la madrugada, dos mayores y un adolescente fueron detenidos luego de ingresar a la vivienda una abuela de 72 años con fines de robo.Los depravados se llevaron cerca de 10 mil pesos y un arma, pero antes desnudaron a la anciana y la “sodomizaron” con un objeto contundente. Después, la maniataron y la dejaron así, abandonada y en estado de shock, hasta la llegada de un familiar.Ocurrió cerca de las 2 y la mujer recién pudo liberarse alrededor de las 9, cuando una de sus hijas llegaba a casa para compartir la jornada dominical en familia.Una vez más se enciende el alerta en relación a este tipo de hechos de violencia imprevista e incluso innecesaria, contra abuelos, quienes no intentan resistirse pero de todas maneras son golpeados por los delincuentes.Por lo que se supone, en ambos casos los ladrones habrían tenido cierta información en relación con el botín que buscaban. Casualmente, la vivienda de Núñez está emplazada a unas diez cuadras de la casa de la abuela torturada el último domingo. En los dos casos, afortunadamente, los presuntos responsables fueron apresados.
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