POSADAS. A sólo 24 horas de que el subsecretario de Justicia y Seguridad de la provincia, Julio Lenzken, asegurara que no había irregularidades en el accionar policial previo a la tragedia en Crucero del Norte, la Jefatura relevó a los jefes de la comisaría seccional Quinta.En un escueto comunicado del Departamento Prensa se explicó que la medida tenía por objetivo transparentar la investigación de Asuntos Internos.Sin embargo, todo apuntaría a que la decisión fue adoptada para descomprimir el clima de malestar social después de conocerse que la Justicia había ordenado la detención de Juan Ramón Benítez, seis días antes de que se produjera la tragedia en el local comercial de Colón y Catamarca.Benítez fue el hombre que el jueves pasado, a las 10, ingresó en la sucursal de la empresa Crucero del Norte y mató de un balazo en el pecho a Romina Szidloski, luego baleó en el rostro a su ex mujer, Yamila Noelia Marczewski, y se suicidó de un tiro en la sien. Marczewski, justamente, lucha por sobrevivir en el sector de cuidados intensivos del hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga.Su estado sigue siendo crítico y de pronóstico reservado, como el primer día de su internación.En el escueto parte de prensa la Jefatura anunció que el subcomisario Basilio Daniel Fonseca será puesto en funciones al frente de la cuestionada dependencia policial, secundado por el subcomisario Domingo de la Cruz Oviedo.Aunque nadie lo diga públicamente, el relevo de la cúpula de la Quinta se produce en medio de un cruce de acusaciones entre la Justicia y la Policía respecto de si aquella ordenó o no el arresto del autor de la masacre de Crucero del Norte, días antes de que esta se produjera.En una conferencia de prensa realizada en la Casa de Gobierno, Lenzken había asegurado que la Policía no recibió ninguna orden de arresto concreta contra Benítez. Y aclaró que el juez Yaya (César, titular del Juzgado de Instrucción 2) había dispuesto que en caso de que no acatara -por Benítez- la orden de exclusión de hogar, sí fuera aprehendido.Sin embargo, tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, la Justicia tiene acreditado que el día 11 de este mes, seis días antes de la tragedia, el juez Marcelo Cardozo dispuso no sólo la detención sino el allanamiento de la casa del tirador.Es más, fuentes confiables indicaron que la Policía no buscó aquella orden del Juzgado de Instrucción 1, sino al día siguiente de la balacera en el interior del local de Crucero del Norte.Entonces se produjo la negativa judicial de entregársela, por una parte porque ya no tenía razón de ser y por otra, para evitar cualquier tipo de suspicacia respecto de la eventual manipulación de esa documentación. El tirador habría buscado a una tercera personaEl juez de Instrucción 2 de esta ciudad, César Yaya, tiene en su poder los videos de las cámaras de seguridad del inmueble donde se produjo la tragedia.En ellos se puede observar la secuencia de los hechos. La primera en caer abatida por los proyectiles calibre .22 de una pistola marca Bersa fue Romina Szidloski.El tirador fue luego en busca de su ex mujer, Yamila Noelia Marczewski, a la que descerrajó un disparo en pleno rostro.Una fuente confiable indicó que Juan Ramón Benítez no se suicidó en el instante, sino que subió al primer piso e ingresó en una oficina, como si buscara a una tercera persona.No había nadie; entonces descendió y se descerrajó un balazo en la sien.Marczewski continuaba anoche en estado crítico y con pronóstico reservado en el sector de cuidados intensivos del hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga.El proyectil que hirió a esta mujer impactó a la altura del ojo izquierdo provocándole el estallido del globo ocular y graves lesiones neurológicas.La familia y los médicos aguardan un segundo milagro, porque el primero radica justamente en que aún esté con vida.La indignación de los deudos de que el pedido de auxilio de Yamila no fue escuchado también influyó en la decisión de descabezar la cúpula de la comisaría Quinta. Una comisaría cuestionada desde el caso Carmen RosaLa imagen de la conducción de la comisaría seccional Quinta quedó muy deteriorada tras la muerte de la docente rural Carmen Mirta Rosa, acaecida la tarde del 14 de febrero pasado en un descampado del barrio Los Potrillos, de Garupá.Pese a que dos hombres de esa dependencia -el oficial Aldo Villalba y el sargento Luis Rotela- fueron procesados por los delitos de “abandono de persona seguido de muerte”, la Jefatura decidió mantener en funciones a la cúpula de la comisaría.Claro que el margen de maniobra y credibilidad quedó resentido, frágil como un cristal.Cualquier brisa podría terminar derribándola y finalmente sucedió. No fue una brisa, más bien una tormenta pero lo cierto es que el jefe y subjefe debieron abandonar sus puestos en la jornada de ayer.Los hombres que tendrán la responsabilidad de mejorar la imagen de la dependencia son los subcomisarios Basilio Daniel Fonseca y Domingo de la Cruz Oviedo.La comisaría seccional Quinta comenzó a ser cuestionada desde el deceso de la docente Carmen Mirta Rosa (47), cuyo cuerpo apareció en una zona casi inhóspita del barrio Los Potrillos.Sucedió el 14 de febrero, a eso de las 17.30. Unas cuatro horas antes, el oficial Villalba y el sargento Rotela retiraron a la víctima del domicilio de una mujer que la retuvo porque Rosa estaba visiblemente desorientada ya que padecía esquizofrenia.Más allá de esta circunstancia, ella apareció muerta horas después. Los policías jamás informaron del procedimiento en que la “llevaron” de la casa de una vecina, incluso después haber hallado el cadáver.
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