GARUPÁ. “Hace diez años que nos prometen, pero nunca comienzan las obras”, indicó un padre, en la manifestación de ayer en la Escuela 663 de esta ciudad, donde padres, docentes y alumnos coincidieron en reclamar la construcción de un establecimiento nuevo, ya que el actual está muy precario. Los problemas en la infraestructura de esta escuela no son nuevas, sin embargo y a pesar del paso de los años, los más de ochocientos estudiantes del nivel primario que asisten a esta institución ubicada en el centro del barrio Fátima, deben hacerlo en condiciones muy precarias. Un padre de la Escuela 663 dialogó con PRIMERA EDICIÓN e indicó que durante los días de lluvia, el agua filtra las instalaciones, las cuales no reciben mantenimiento desde hace mucho tiempo. “Es imposible que nuestros hijos puedan estudiar en estas condiciones, cada vez que llueve los padres estamos preocupados porque no sabemos si los chicos están bien o si se van a mojar todo”, contó Marcelo, quien tiene a dos hijos en el establecimiento y dos más grandes que también fueron a esa institución, pero que en la actualidad cursan el secundario. El vocero de los padres reveló que “los problemas en la escuela es de larga data, son los mismos inconvenientes que había hace más de diez años. El Estado nunca hizo nada por esta escuela, solamente los padres trabajamos para mejorar algunas cosas. Por ahora, con clasesLa 663 “General Indio Andrés Guacurarí” alberga a niños del nivel primario en dos turnos y además comparte el edificio con el NENI (Núcleo Educativo del Nivel Inicial) 13 y por la noche la Escuela para Adultos 7.“Estamos a la espera de la construcción de un nuevo edificio para nuestra escuela”, afirmó el papá. La manifestación de la comunidad educativa de esta zona comenzó alrededor de las 8, y si bien los alumnos ingresaron a la institución, no hubo clases, ya que todos acompañaron la protesta. En las paredes de la institución, los padres colocaron carteles donde explicitaron todos los inconvenientes que sufre la escuela y que deben soportar sus padres para tener una educación. Los padres reclamaron que el edificio está en muy malas condiciones, “necesita mejoras de manera urgente, sin embargo, desde el Consejo de Educación no nos hacen caso. Por eso decidimos tomar la escuela, hoy (por ayer) es pacífico pero si para mañana no tenemos una solución a nuestros reclamos no vamos a dejar pasar a ningún docente ni alumno, exigimos el nuevo edificio”, dijo indignada Clara, una mamá que también estuvo en la manifestación. “No se puede entrar a los baños porque están todos los caños tapados y el olor es insoportable, los chicos tienen que aguantarse por varias horas para hacer sus necesidades en sus casas. El agua no es para tomar, muchos se llevan botellitas con el líquido de sus hogares. Encima cada vez que llueve entra agua en las aulas, y ni hablar de la instalación eléctrica, que están todas destruidas, es un peligro que nuestros chicos den clases en esa escuela”, aseveró Marcelo, quien comentó que alrededor de cincuenta papás participaron de la medida de fuerza, pero que se podrían sumar más para exigir que el CGE cumpla con lo prometido: “hace más de diez años que está todo aprobado para la construcción de una nueva escuela, pero todavía falta la aprobación del Iprodha para comenzar con las obras. Parece que nos están cargando”, dijo indignado el papá de dos niñas que asisten a la 663.La medida de fuerza es por tiempo indeterminado comentaron los padres, quienes hoy volverán a reunirse enfrente del establecimiento para continuar con su “grito de una escuela mejor”.
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