Una madrugada confusa fue la que generó cierto malestar en el seno de la investigación por el crimen de Vanesa Analía Gómez (27), hallada estrangulada en su vivienda del barrio Ñu Porá alrededor de las 00.10 de ayer.Como en todo procedimiento los primeros en llegar son los efectivos policiales, quienes en el lugar analizan la situación y dan aviso al magistrado interviniente sobre el hecho.Según informaron fuentes de confianza a PRIMERA EDICIÓN, ayer los uniformados arribaron a la casa de Alberto Roth casi Mburucuyá. Como corresponde, dieron aviso al letrado Fernando Verón, juez en turno -al frente del Juzgado de Instrucción 3 de Posadas- pero informaron sobre un presunto “suicidio”.Aunque un tanto descabellado, como informó un portavoz de la fuerza, en principio se creyó en esa teoría, habida cuenta de que la víctima tenía un cinto alrededor del cuello y más allá de que el mismo no mostraba signos de ruptura y no había otras señales en, por ejemplo, las vigas del lugar.Sin embargo, en pocos minutos la principal teoría se derrumbó y la evidencia recolectada fue suficente como para pensar “a prima facie” que se trataba de un hecho criminoso. De un homicidio.Lo que sucedió fue que los policías jamás informaron sobre esta novedad a Verón, una actitud por lo menos insólita tratándose de un presunto hecho de sangre ligado a violencia de género.Ante esta situación, con el fin de profundizar en la investigación, Verón visitó ayer por la mañana la comisaría seccional Quinta en compañía de su equipo y del doctor Fernando Castelli, al frente de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic).En principio se trató de investigar si hubo algún tipo de irregularidad en el procedimiento realizado por la dependencia, marcada en los últimos tiempos por dos hechos no menores: el crimen de la docente Mirta Carmen Rosa (47), que tiene dos policías con procesamiento confirmado; y el doble homicidio de Romina Szidloski (25) y Yamila Noelia Marczewski (29) en las céntricas oficinas de Crucero del Norte, caso por el que la Quinta quedó en la mira al conocerse que desde la seccional jamás habían ido a buscar las ordenes de detención a la Justicia. Esa negligencia obligó a la remoción de los jefes de una de las dos dependencias de Garupá. Númerosque preocupanComo este medio publicó durante las últimas semanas, después del doble homicidio seguido de suicidio registrado en las céntricas oficinas de Crucero del Norte se registró una ascendente ola de denuncias por violencia de género.Actualmente en todos los juzgados penales de la provincia se registran alrededor de 60 denuncias vinculadas a este tipo de casos. En la mayoría de los hechos los magistrados se ven en la obligación de solicitar custodia policial para las víctimas.La mayor cantidad de episodios se da en Posadas, donde hoy por hoy hay una treintena de mujeres con custodia policial.Mientras tanto, las autoridades y la sociedad aguardan con expectativa la creación de la “Oficina de Asuntos de Familia y de Género”, que dependerá de la Dirección General de Seguridad de la Policía y funcionará como nexo entre dicha fuerza y la Justicia, un paso que puede resultar importante de cara al futuro.
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