POSADAS. El ataque de palometas este miércoles a bañistas que trataban de refrescarse en la costa del río Paraná, a la altura de Miguel Lanús, obligó a cinco afectados a acudir a los hospitales aunque desde Salud Pública confirmaron que habrían sido más las personas mordidas por palometas. La noticia fue confirmada el jueves vía twitter por el ministro Oscar Herrera Ahuad, luego que trascendiera en los medios nacionales un ataque similar a por lo menos 60 bañistas en Rosario. En Posadas, la profundidad de las mordeduras obligaron a cinco personas a pedir asistencia médica, entre ellos un adolescente de 15 años en el hospital Fátima, un joven de 22 fue asistido en emergencia del hospital Favaloro, un niño de 9 años en el Hospital de Pediatría y otros dos adultos en el Madariaga. Todos ellos fueron atacados en los pies por palometas. Al ser consultado sobre las razones del comportamiento agresivo de las palometas, el zoólogo, docente universitario y jefe del Programa Animales Venenosos de Salud Pública, Roberto Stetson, señaló que este tipo de ataque pueden responder a varios factores, entre estos, “una superpoblación de este pez, el hecho que estamos en pleno período de reproducción de las palometas y se ponen más agresivas porque los machos pelean por las hembras… no creo que el calor haya determinado el ataque porque generalmente el agua tiene menor temperatura que el ambiente. Sí es cierto que son más activas en temperaturas cálidas. Las palometas van detrás de las mojarras y estas se tratan de resguardar en la costa. Ambas se mueven en cardúmenes y obviamente nadie puede decir dónde irán los cardúmenes o si volverán al mismo lugar”. ¿Cómo anticipar la presencia de palometas? “Generalmente es fácil pues el cardumen de palometas busca el cardumen de mojarras y, estas saltan a la superficie tratando de escapar de sus predadores. Entonces, cuando veamos saltar a las mojarras es aconsejable salir del agua”, aconsejó. El zoólogo recomendó también entrar a los cuerpos de agua naturales (ríos y lagunas) con alpargatas o algún tipo de zapato que cubra los dedos del pie, que son la parte del cuerpo humano más elegidos por las palometas a la hora de alimentarse. Stetson advirtió además que hay lugares de mayor riesgo respecto a otros, “las mojarras buscan espacios cerca de la costa donde hay más vegetación para poder refugiarse, por lo que debemos evitar bañarnos en este tipo de lugares”. Accidentes con rayas Stetson alertó también sobre los accidentes con rayas, “producen accidentes muy traumáticos porque tienen un aguijón con bordes aserrados muy similar a un serrucho. Además, el aguijón está cubierto con un tegumento mucoso que tiene glándulas venenosas. El aguijón atraviesa la piel como una flecha y al salir destroza los músculos y la piel, por lo que produce una lesión más importante. Los primeros auxilios -mientras llega la ambulancia- son tapar la herida con arena o agua caliente para calmar un poco el dolor. Las heridas producidas por rayas requieren atención médica en un centro asistencial pues el profesional debe hacerle un higiene profunda para quitarle los restos de piel y veneno porque sino costará mucho cicatrizar y puede dar lugar a una infección. Generalmente, en estos casos, se suministra analgésicos y antibióticos al paciente.
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